Mejorar la escasa presencia en Washington

"La presidencia no imprime carácter", comentó un diplomático español en Washington. Y en esta capital del imperio no parece, por ahora, que lo que haga o decida la Comunidad Europea vaya a afectar sustancialmente la política exterior norteamericana. Nuestros diplomáticos confían en que España podrá mejorar algo su escasa presencia en Washington durante estos meses. "Nos recibirán mejor, tendremos mejor entrada para pedir entrevistas en nombre de los doce". En marzo el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, viajará a EE UU para establecer, en nombre de la CE, un primer contacto con la nueva Administración. Y, para el final del período español de presidencia comunitaria, se espera en Washington una visita oficial de Felipe González.Y las cosas funcionarán igual que durante la presidencia griega los seis últimos meses del año pasado. No se han introducido modificaciones en las fechas de las reuniones de embajadores, los miércoles, de 90 minutos de duración. Madrid envió información básica y pautas de cómo se hacen las reuniones. Un libro especial de entradas y salidas dará orden a un proceso que es esencialmente una rotación administrativa que ahora, por orden alfabético, recae en España. Hasta ahora, en Washington, no se ha notado un incremento sustancial del tráfico de información comunitaria que la embajada recibe de Madrid.

"Cascos azules"

En cambio, en la Embajada de España ante las Naciones Unidas, en la Primera Avenida de Nueva York, la presidencia comunitaria española "nos afecta mucho", declara el embajador, Francisco Villar, que calcula que puede suponer, hasta el 30 de junio, unas 200 reuniones en la remozada y ampliada sala de juntas de la misión. "La cooperación política de los doce en la ONU es muy intensa". Diez diplomáticos, un cífrador enviado especialmente desde Madrid para reforzar y un traductor de español al inglés contratado localmente en Nueva York verán recargado su trabajo diario durante los próximos meses, pero podrán encajarlo.Las reuniones, que España debe convocar, presidir, introducir y resumir posteriormente en información para la Comunidad Europea, tendrán un contenido muy diferente a las que se realizarán en la embajada de Washington. Por ejemplo, el número dos de la misión ante la ONU, Rafael Spottorno, presidirá encuentros de los doce segundos de las embajadas de la CE para preparar unas directrices generales astímibles por la Comunidad Europea sobre las operaciones de las fuerzas de paz, los cascos azules de las Naciones Unidas. El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, ha solicitado, antes del 1 de marzo, un informe a todos los países miembros sobre este tema. Y España está empujando para que la CE se lo tome en serio y produzca una posición conjunta en una cuestión que, sobre todo, tendrá consecuencias financieras para los doce.