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LA PUERTA TRASERA DE LA POLÍTICA

Una empresa estatal alemana planeó la fábrica de Rabta

Una compañía estatal de la República Federal de Alemania (RFA) reconoció ayer que suministró- en 1985 los planes de construcción para la supuesta fábrica de armas químicas de Rabta (Libia). Por otra parte, nuevas informaciones sobre una posible exportación de piezas de misiles de una compañía alemana occidental del Estado de Baden-Wurtemberg al régimen del coronel Gaddafi amenazan con más revelaciones sobre la escalada en los suministros de material delicado de la RFA a países del Tercer Mundo.

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El reducto italiano

El Gobierno federal alemán no reaccionó ayer a las nuevas pruebas sobre la implicación de compañías alemanas occidentales en el rearme de países con conflictos. Una reunión de los dirigentes de los partidos de la coalición estuvo dedicada exclusivamente a los resultados electorales de Berlín Oeste, desastrosos para la Unión Cristiano Demócrata (CDU), del canciller Helmut Kohl, y el Partido Democrático Liberal (FDP), del ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher.La conmoción en Bonn por la derrota del CDU y el FDP y el espectacular ascenso de la extrema derecha en Berlín Oeste eclipsó el escándalo libio. El Gobierno federal ya ha reconocido que, como asegura Washington, la fábrica de Rabta está destinada a la producción de armas químicas. El líder libio, Muammar el Gadelafi, asegura que es una fábrica de productos farmacéuticos.

La compañía Salzgitter AG emitió un comunicado en el que señala que una investigación interna ha confirmado que, sin conocer su destino real, elaboró los planes por encargo de la empresa Imhausen Chemie, principal acusada en el escándalo libio.

Un colaborador de la compañía linhausen declaró ante el fiscal que la dirección de Salzgitter AG tenía que saber que, dadas sus características, estos planes eran para una fábrica de productos altamente tóxicos, según informó la revista Stern.

Un secreto a voces

Según el declarante, en lmhausen era un secreto a voces que la fábrica era para Libia y no para Hong Kong, como rezan diversos documentos de exportación.

La implicación de compañías alemanas occidentales en el proyecto de la fábrica libia de armas químicas y la supuesta pasividad al respecto de la Administración federal alemana han creado serias tensiones entre Washingtony Bonn. Helmut Kohl y sobre todo su ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, han sido objeto de durísimos ataques por parte de polít-cos norteamericanos.La confirmación de que compañías de propiedad estatal han participado en un proyecto que puede permitir a Libia disponer de armamento químico agrava aún más la posición de Bonn frente a sus aliados."Tras un exámen de los voluminosos documentos, en una investigación interna de la compañía, se ha encontrado una carta de Imhausen Chemie de febrero de 1985 que se refiere a Rabta en un apéndice", informa el comunicado de Salzgitter.Por otra parte, el diario bávaro Bayerische Neueste Nachricla denunció la exportación a Libía de piezas de misiles que, según afirma., investigan actualmente las autoridades aduaneras federales.El informe de Salzgitter se encuentra ya en manos de la fiscalía de la ciudad alemana occidental de Offeriburg, que dirige las investigacíones sobre el caso. Según asegura la dirección de Salzgitter, los planes fueron elaborados con la convicción de que eran para una fábrica de productos químicos en Hong Kong. No obstante, revisando la documentación al respecto, ha localizado un apéndice en una carta de la compañía Imhausen en la que se habla de Rabta.

Las nuevas revelaciones sobre el caso Rabta llegan en un momento en el que surgen a diario informaciones sobre suministros de rnaterial sensible desde la RFA o a través de empresas alemanas Occidentales a países del Tercer Mundo.

Agua pesada a Pakistán

Una cadena de televisión norteamericana denunció el desvío desde la RFA de agua pesada procedente de Estados Unidos a Pakistán. La Prensa germanoccidental ha denunciado también elsuministro de tecnología nuclear a Pakistán, un Estado que, al igual que su vecino la India -que posee armamento atómico-, no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).

De acuerdo con las informaciones de la cadena de televisión CBS, la firma alemana NTG, compró a comienzos de los años sesenta doce toneladas y media de agua pesada -de donde se extrae el gas trititum, componente de las armas nucleares- a la planta Savannah River en Carolina del Sur.

El agua pesada, según la CB S, que cita fuentes del Departamento de Energía de EE UU, se envió a Pakistán desde la RFA 15 o 20 años después, una vez que fue sometida a un proceso de purificación. [Recientemente, los dirigentes de Pakistán han solicitado a Estados Unidos un acuerdo para resolver el problema de la expansión nuclear de este país asiático, según el congresista estadounidense Stephen Solarz, que ha regresado de una visita a Islamabad.

Solarz añadió que "si EE UU acepta vender reactores nucleares a Pakistán, éste país le daría todo tipo de garantías sobre las instalaciones nucleares ya existentes y de nueva construcción", lo que evitaría un grave enfrentamiento entre Estados Unidos y Pakistán, insistió Solarz, en unos momentos en los cuales la región sufrirá importantes cambios políticos con la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, informa Efe].

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