Por un puñado de oro
Familiares de dos de los mineros que aún continúan atrapados en la mina peruana Sol de Oro mascan hojas de coca minutos antes de introducirse en la explotación en busca de sus parientes. El incendio y derrumbe de la mina de oro abandonada en la zona de Nazca, a 470 kilómetros al sureste de Lima, el pasado martes, fue provocado por un grupo de mineros que decidió vengarse de otros que descubrieron una nueva veta y se negaron a compartir el hallazgo con su compañeros, según informaron ayer fuentes judiciales. Al menos 30 personas han muerto y un número desconocido -entre 50 y 200- se encuentra aún bajo tierra.
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