Xavier Corberó critica la decisión municipal de levantar un monolito daliniano

El escultor Xavier Corberó, amigo personal de Salvador Dalí, sobre quien recae parte de la responsabilidad del proyecto de construcción de un monolito "a partir de apuntes de Dalí", anunciado por el Ayuntamiento de Barcelona, ha reconocido a este diario que "no ha sido informado todavía de las últimas decisiones municipales". Corberó considera que "ahora, muerto Dalí, es una locura querer hacer un monumento daliniano".Corberó aprueba, por el contrario, la iniciativa "bien distinta" de realizar un monumento que evoque o interprete la obra del artista". Por su parte, el editor Eduard Fornés ha reiniciado negociaciones con el Ayuntamiento y con promotoras privadas para realizar una fachada con ojos, según proyecto de Dalí.

El Ayuntamiento de Barcelona, que desde hace ya un tiempo procura conseguir un puesto en la Fundación Gala-Salvador Dalí, de Figueres, sin obtener resultados, intenta ahora "rehabilitar" su imagen frente a la vida y el entorno daliniano. Pasqual Maragall (en conferencia de prensa celebrada, el pasado lunes, inmediatamente después de haberle concedido post mortem la medalla de oro de la ciudad a Dalí) reconoció que desde siempre, e incluso en los últimos tiempos, "las relaciones entre Barcelona y el artista han sido apasionadas y turbulentas". Fuentes municipales han reconocido a este diario que existe una voluntad de "confraterníz ación" y que se están estudiando los estatutos de la fundación para encontrar el medio que posibilite la representación barcelonesa en la entidad.

Xavier Corberó, conocedor de la idea inicial de levantar el monolito en Barcelona, idea que se remonta a poco más de dos años y que fue consultada en diversas ocasiones con Salvador Dalí, opina que "ahora es quizá demasiado tarde para querer cumplir con las obligaciones dalinianas que poseía de Barcelona".

Corberó conoció a Dalí hace ya más de 20 años, con motivo de una exposición de esculturas realizadas en acero inoxidable, que, para su extrañeza, Dalí visitó con asiduidad. Cuando el Ayuntamiento anunció al artista su intención de construir un monumento a Salvador Dalí "a partir de una idea suya", éste pidió que Xavier Corberó ftiera el responsable de su realización.

El dato que acabó de decidir a Salvador Dalí para aprobar el proyecto monumental fue el que le dio el mismo Xavier Corberó:"Se erigiría en la plaza de la Catedral y serviría para tapar el horroso friso de Pablo Picasso en la sede del Colegio de Arquitectos de Barcelona". Dalí, encantado, añadió, no obstante, otros requisitos: el monumento sería un "altísimo monolito que indicaría la hora a toda la población".

Grietas y humo

La construcción del monumento "según Dalí" se inscribía en el marco de la rehabilitación de la plaza de la Catedral y de Santa Caterina, cuya planificación y realización el Ayuntamiento de Barcelona había encargado al arquitecto óscar Tusquets, miembro de la Fundación Gala-Salvador Dalí. Corberó y Tusquets diseñaron una suerte de terreno pétreo con grietas de las que, de forma más o menos ininterrumpida, surgiría humo. Enseñaron el proyecto a Dalí, que aprobó el dibujo, pero que, por razones incomprensibles, declaró su abierta animadversión hacia Tusquets.Tusquets opina ahora que a la procedencia municipal del encargo no se le mezclan componentes de autoría y que está claro que en el proyecto no participa Dalí, puesto que ha fallecido.

Con todo, Corberó, que no nega la posibilidad de su colaboración en el proyecto, "si en realidad se lleva a la práctica", considera que antes de anunciar su construcción debieran plantear se cuestiones financieras.

El editor Eduard Fornés, por su parte, también ha reiniciado negociaciones con el Ayuntan iento para concretar la realizacón de una fachada con unos enormes oajos, según proyecto del artista ampurdanés. El proyecto fue desechado en su momento par el Ayuntamiento, alegando que "no se adapta a la normativa urbanística del Eixample".