El candidato Carlos Menem llama "incapaz, contradictorio y mentiroso" a Alfonsín

Peronistas, dirigentes sindicales y la oposición de derecha e izquierda replicaron con dureza a los ataques y explicaciones del presidente argentino, Alfonsín, en su conferencia de prensa del pasado viernes. La réplica más violenta a Alfonsín salió, como era previsible, del tándem peronista que aspira a llegar a la presidencia el 14 de mayo. El candidato Carlos Menem, gobernador de La Rioja, había sido el blanco principal de los ataques de Alfonsín. Menem no escatimó improperios en su respuesta y acusó a Alfonsín de "transferir a sus oponentes sus propias características de incapaz, contradictorio y mentiroso".

Alfonsín había dicho que es imposible discutir racionalmente con un populista. Replicó Menem que "esto, en sociología, se llama fenómeno de proyección. Esto de populismo, de corporativismo, es directamente lo que distingue a la figura de Alfonsín. Él pretende proyectar sobre sus oponentes lo que es y lo que hizo durante estos cinco años de gobierno constitucional".A la acusación de haber alabado al coronel golpista Mohamed Alí Seineldín, replicó Menem que, al concluir la asonada de Semana Santa de 1987, Alfonsín llamó héroes de Malvinas a los amotinados. Por tanto, quien califica como brillantes, entre otros a Seineldín y Rico, es el propio presidente. Antes de ver la paja en el ojo ajeno hay que mirar la viga en el propio". Añadió Menem que su calificativo de "brillante" dedicado a Seineldín "se basa en las crónicas que he leído sobre la guerra de Malvinas".

El candidato peronista a la vicepresidencia, Eduardo Duhalde, calificó a Alfonsín de "malabarista de la retórica" y le acusó de "responsable de que Seineldín siga siendo coronel del Ejército". Según Duhalde "donde mejor se mueve Alfonsín es en la campaña electoral, y en ese aspecto es un hombre muy importante. Lástima que cuando se trata de gobernar no ocurra lo mismo".

En nombre del Consejo Nacional del Partido Justicialista (peronista), su presidente, Antonio Cafiero, declaró que "un Gobierno como el radical, que prometió levantar las persianas de las fábricas, que aseguró que con la democracia se comía, se curaba y se educaba, que imaginó el traslado de la capital, que prometió el ingreso mágico a la modernidad, pero se olvidó de la vida cotidiana del pueblo y sus necesidades de vivienda, de salarlo, de trabajo, no puede adjudicar- al peronismo falta de seriedad y coherencia en su propuesta".

El derechista Álvaro Alsogaray, candidato presidencial de la Unión de Centro Democrático (UCD), declaró que es difícil replicar a Alfonsín, porque siempre actúa mezclando su condición de presidente y de dirigente partidista. Según Alsogaray, "el único responsable de la actual crisis energética, que podemos considerar como una verdadera catástrofe nacio-. nal, es el actual Gobierno en lo inmediato. Esto no es solamente energético. Lo mismo pasa en los ferrocarriles, lo mismo pasa en Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), lo mismo pasa en los puertos, lo mismo pasa con el dragado de los ríos. Está todo descapitalizado, y si el público no lo ve más es porque no le golpea tan durame como la corriente eléctrica".

Alsogaray: "Voto de castigo"

Argumentó Alsogaray que la capacidad energética de Argentina es de 12.000 megavatios, y las necesidades de 8.000. Si la capacidad cayó y no se pudieron utilizar las reservas se debe a la "falta de mantenimiento de los equipos, dijo Alsogaray. El candidato ucedista añadió que la culpa de esto es encargar al Estado funciones para las que no está capacitado y poner las empresas públicas en manos de políticos. Opina Alsogaray, en contra de lo declarado por Alfonsín, que el 14 de mayo habrá un "voto de castigo", pero esta crisis no se soluciona votando a los peronistas, porque esto equivaldría a salir de un mal para meterse en otro.Néstor Vicente, candidato presidencial de Izquierda Unida, declaró que Alfonsín olvidó que "el Gobierno negoció con los carapintadas en Semana Santa, Monte Caseros y Villa Martelli", y añadió que, como el país, "parece estar a oscuras, porque no mostró ninguna perspectiva de salida a la crisis estructural que vivimos. El pueblo no quiere cifras, quiere luz".

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Saúl Ubaldini, dijo que Alfonsín "quiso pegar todo el mundo y se ha pegado sí mismo". En la conferencia de prensa, Alfonsín había declarado que su mayor fracaso ha sido "no haber logrado que la Confederación General de Trabajadores (CGT) dejara de ser un grupo partidista". Ubaldini replicó que la CGT "no es ningún grupo político, y las luchas por nuestras conquistas se hacen para todos los trabajadores del país, aunque la mayoría sean justicialistas".