UGT considera que es una irresponsabilidad política del Gobierno mantener la previsión del 3% para 1989

Las reacciones ayer tras conocerse el resultado del IPC al término del año fueron de unánime crítica tanto por parte de los empresarios como de las centrales sindicales. Los calificativos van desde un "fracaso político", por parte de UGT, "falta de rigor", según CCOO, y hasta "descoordinación política", según la CEOE. Ninguna de las fuerzas sociales concede crédito al objetivo de inflación oficial fijado en el 3% para este año.

El comunicado más duro partió del comité confederal de UGT, en el que se denuncia el fracaso político del Gobierno en la lucha contra la inflación", que se fija con el objetivo exclusivo de favorecer una política restrictiva de rentas salariales. Se destaca asimismo que mantener el objetivo del 3% para este año es "una irresponsabilidad política".

Se termina diciendo que la UGT reclama de este Gobierno que atienda las reivindicaciones planteadas para los colectivos directamente "injuriados" por esta desviación en los precios y le recuerda al ministro de Economía, Carlos Solchaga, que reponer esta desviación sería el camino de la solidaridad, al margen de las consideraciones corporativas con los empresarios y los grandes bancos.

Por su parte, CCOO apunta que el rebrote de la inflación es consecuencia de la especulación y los aumentos de los beneficios empresariales. Acusa al Gobierno de no cumplir los compromisos asumidos con los colectivos dependientes de los Presupuestos del Estado -funcionarios, pensionistas y perceptores del subsidio de desempleo-, lo que conlleva un cambio en el modelo de negociación en base a objetivos de inflación fijados por el Gobierno. Exige, finalmente, que se fijen previsiones "rigurosas y creíbles". De no ser así, afirma Comisiones, "nos veríamos obligados a estudiar nuevas bases de negociación de los salarios reales".

La patronal CEOE calificó de "mala noticia" el resultado del año en cuanto a la inflación, pero añadió que "no es sorprendente", teniendo en cuenta "la descoordinación de las políticas monetaria, fiscal y de rentas". En coincidencia con los sindicatos la CEOE denuncia la falta de claridad e indefinición "sobre aquellos elementos que pudieran dar credibilidad al objetivo de inflación fijado en el 3% para este año". Indefinición que afecta a la negociación colectiva.