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Procesado un pediatra por certificar como aborto la muerte de un bebé a las 60 horas de nacer

Ignacio Espinosa, titular del Juzgado número 2 de Logroño, ha procesado al pediatra Fermín C. M., del hospital San Millán, por un delito de falsificación de documento público al certificar como aborto el fallecimiento de una niña a las 60 horas de nacer. El pediatra puede ser condenado a una pena de reclusión de seis a 12 años.

La niña nació el 29 de mayo de 1987, fecha en la que se encontraban en huelga los médicos del hospital, y tragó aguas durante el parto, necesitando por ello un lavado de estómago que no se llegó a realizar. Fermín C. M. firmó como causa de defunción un aborto, hecho que indujo al padre de la niña, Victorio González, a denunciarlo ante el juez quien impidió el enterramiento y ordenó una autopsia. Una segunda denuncia ha sido presentada por los hijos de Natividad Sáez Ladiño, de 67 años, que falleció de infarto el pasado 2 de octubre. El día anterior Natividad, acompañada por sus hijos, acudió a las 21.50 al servicio de urgencia. Sus familiares pidieron que ante su grave estado fuera ingresada en observación, pero fué devuelta a su domicilio en Logroño, sugiriéndole que visitara a un psiquiatra, ya que padecía "males de cabeza".

Amputación e infarto

Cuatro horas después, ante un empeoramiento, acudió el médico a su domicilio, desde donde se le trasladó en ambulancia al hospital San Millán para ingresar en la UCI con infarto diagnosticado y fallecer ocho horas más tarde.EL mismo juez ha abierto también diligencias previas en otros dos casos de pacientes del hospital San Millán. Uno de ellos sufrió la amputación de la pierna; a otro le ha quedado inútil. El primer caso ocurrió en Julio de 1986, cuando Gonzalo Lumbreras Lumbreras, sufrió un accidente mientras cosechaba cereal y acudió al San Millán con la pierna derecha rota. A la semana de estar escayolado se le concedió el alta voluntaria para salir de Logroño e ingresar en el Clínico de Zaragoza, donde le amputaron la pierna. El mes pasado declararon con respecto a este caso una treintena de personas del hospital en el juzgado.

El otro caso es el del joven Fermín Eguizabal que practicaba artes marciales, quien al sentir dolores en una pierna acudió al San Millán, donde le diagnosticaron un estiramiento de tendones. Poco después sufrió un trombo que le dejó la pierna inutilizable.

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