El Gobierno modifica ligeramente su oferta a la espera de que los sindicatos rebajen sus reivindicaciones

El ministro de Trabajo, Manuel Chaves, mejoró ayer ligeramente la oferta de negociación que el pasado día 11 el presidente del Gobierno, Felipe González, hizo a los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, evaluada en 95.000 millones de pesetas. La nueva propuesta incrementa desde 20.000 hasta 58.000 millones de pesetas la partida destinada a reparar la deuda social contraida con pensionistas y funcionarios por el error en la previsión de inflación de 1988, ella permitiría aumentar un punto las rentas de esos colectivos frente a los dos puntos que reclaman los sindicatos. Las otras cuestiones en discusión siguen bloqueadas y ayer se dedicaron cuatro horas al aumento de la cobertura del desempleo sin lograr avance alguno, por lo que el debate se ha aparcado para una nueva reunión.Margen presupuestario

Manuel Chaves reconoció ante la Prensa que el Gobierno tiene margen presupuestario para negociar, y ha mejorado su oferta de septiembre en 73.000 millones de pesetas que se suman a los 60.000 millones ofrecidos entonces para la cobertura del desempleo. Asimismo, puede hacer un esfuerzo complementario sobre sus posiciones iniciales, que el propio Ejecutivo no considera mínimas ni innegociables, pero espera que las peticiones de los sindicatos tampoco tengan el carácter de posiciones cerradas.

Los dirigentes sindicales comunicaron a los responsables de la Administración que todas sus reivindicaciones corresponden a viejos copromisos del Gobierno o a errores en la previsión de infiación y por tanto el margen de maniobra es muy estrecho.

Sí admiten flexibilizar sus peticiones a la hora de concretar un calendario de aplicación siempre que el Gobierno acepte de antemano cumplir los objetivos y la filosofía de llegar al 48% de cobertura de desempleo, equiparar las pensiones mínimas al salario base en esta legislatura y reparar la deuda social contraída por el incremento de la inflación.

La reunión de ayer, que al cierre de esta edición no había concluido, se consideraba un trámite, y es previsible que hasta encuentros posteriores el Gobierno no mejore sus ofertas. La fecha tope para negociar es el 31 de enero, aunque tanto el Ejecutivo como los sindicatos están dispuestos a modificar ese compromiso, el único alcanzado, si existe posibilidad de acuerdo.

Hasta el último momento no se concretó qué representantes de la Administración acudirían a la reunión de ayer con UGT y CC OO. Unicamente se conocía que estaría presidida por Manuel Chaves, quien finalmente acudió acompañado de José Borrell, secretario de Estado de Hacienda, Teófilo Serrano, secretario de Estado para la Función Pública, y Álvaro Espina, secretario general de Empleo. La delegación de UGT estaba encabezada por Antón Saracíbar y Apolinar Rodríguez, y la de CC OO por Agustín Moreno y Salce Elvíra.

Agustín Moreno reiteró que sus peticiones son firmes y entiende que la solución es un problema de solidaridad pata el que existen recursos económicos suficientes. El dirigente de CC OO espera que el Gobierno adopte un talante diferente en relación a los sindicatos y deje "su política de acoso y derribo contra las centrales". En el caso de que el Gobierno suba su oferta a 200.000 millones de pesetas, como ha anunciado Economía, ésta sería considerada insuficiente por CCOO, que estima en 470..000 millones de pesetas el coste de las reivindicaciones.