La penosa cobranza de las becas
La tan publicitada política de fomento de la investigación del actual Gobierno (reflejada en un plan nacional de la ciencia), acompañada de un considerable incremento de los recursos destinados a becas de investigación en España y en el extranjero (becas del plan de formación de personal investigador o becas PFPI, becas posdoctorales en el extranjero y becas de reinserción), adolece de cierta precariedad a la hora de ser puesta en práctica.Si un ilusionado licenciado es agraciado con una beca del PFPI (predoctoral) se verá en la penosa situación de soportar retrasos en los pagos de las mensualidades de más de dos meses. Igual le sucederá con las becas posdoctorales en el extranjero; el retraso en la recepción de la primera mensualidad suele ser de dos meses, y así el resto del año. Al regresar a España con una beca de reinserción, la situación se repetirá, cómo no. En conclusión, un investigador dependiente de las becas del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) puede sufrir esta desconsideración durante un período de más de ocho años, con el consiguiente desasosiego y frustración que ello conlleva.
Es lamentable, pero, después de muchos años de la existencia de estos programas de becas, el problema de la puntualidad en los pagos no parece sino empeorar. El MEC no parece mostrar un interés o voluntad excesivos por solucionar esta cuestión; al fin y al cabo, los becarios no son un colectivo muy numeroso o importante.- Becario del PFPI, Instituto Cajal, CSIC.
