Retorno triunfal a Cuba de los primeros soldados repatriados de Angola
ENVIADO ESPECIALCuba recibió en la noche del martes a los primeros combatientes que abandonaron Angola tras participar durante 13 años en la más importante misión de asistencia militar del régimen de Fidel Castro en toda su historia. Los retornados fueron recibidos en La Habana como protagonistas de un gran triunfo militar frente a Suráfrica y de un éxito político que abre el camino para la independencia de Namibia. "Las tropas victoriosas regresan a la patria", anunció la radio oficial.
Los primeros 450 soldados de un total de 3.000 que dejarán Angola antes del primero de abril próximo fueron llegando al aeropuerto internacional José Martí a bordo de varios aviones militares a lo largo de la noche y la madrugada de ayer. El primer vuelo procedente de Luanda tomó tierra a las 22.15 del martes (4.15 horas de ayer en España).Fueron recibidos por el general Raúl Castro, segundo secretario del Partido Comunista y ministro de las fuerzas armadas, número dos del régimen y hermano de Fidel Castro. Grupos de jóvenes dieron vivas a Cuba y al Ejército entre decenas de periodistas nacionales y extranjeros.
Los 450 combatientes participaron en la tarde de ayer en una ceremonia oficial de bienvenida, presidida por Fidel Castro, en la que Raúl Castro anunció que todos los que lucharon en Angola pasarán a integrar una asociación de combatientes de Cuba destinada a "defender incondicionalmente las conquistas de la revolución y ayudar a la formación militar de las nuevas generaciones". Esa asociación estará fromada por más de medio millón de antiguos combatientes, entre ellos los defensores de Bahía de Cochinos y los voluntarios en la guerra civil española.
Al frente del primer continiente vino el coronel Venancio Ávila, condecorado con 24 medallas por hazañas militares, entre ellas la defensa de la localidad de Cuito Cuanavale, donde en noviembre de 1987 las tropas cubanas consiguieron contener el avance surafricano y dar un giro sustancial a la guerra. Entre los que volvieron a casa se encontraban las mujeres del primer regimiento femenino de artillería antiaérea de La Habana, que se encargaron de la vigilancia de un aeropuerto del sur de Angola.
Se calcula que más de 300.000 cubanos han pasado por Angola para cumplir con su servicio militar o con labores de asistencia civil durante los 13 años de guerra, la mayor parte de ellos soldados de reemplazo. Desde finales de 1987 hasta la fecha permaneció en tierras africanas un contingente de 50.000 hombres. Junto a ellos, que se reincorporaron aquí a sus labores civiles, regresarán también los cadáveres que siempre permanecieron en suelo angoleño. Hasta ahora las autoridades cubanas no han facilitado nunca el número de bajas en esta guerra, aunque se cree que el número total de muertos es próximo a 10.000.
Ésta es la primera fase de una retirada que deberá concluir en julio de 1991, según las fech as del acuerdo suscrito en diciembre pasado en Nueva York por los Gobiernos de Cuba, Angola, Estados Unidos y Suráfrica. Antes de esa fecha debe haberse constituido Namibia como nación independiente. Hasta entonces, según ha anunciado Carlos Aldana, secretario del comité central del PCC y uno de los principales autores del acuerdo de paz, el Gobierno cubano seguirá manteniendo en Angola fuerzas y material suficientes para repeler un eventual ataque surafricano.
Retira la honrosa
Soldados de las Naciones Unidas, cuyo número definitivo no ha sido todavía establecido, controlarán la retirada de Namibia de unos 100.000 surafricanos y vigilarán la celebración allí de unas elecciones constituyentes el próximo mes de noviembre.Si todo sale conforme a los acuerdos firmados, Cuba puede decir que se retira de Angola con la cabeza alta. Los objetivos principales de la intervención cubana parecen conseguidos: la consolidación del Gobierno marxista de Angola y la creación de Namibia, a cuyo frente, según todos los pronósticos, quedará un Gobierno de la Organización Popular del África del Suroeste (SWAPO), aliada de La Habana.
El Gobierno cubano ha sostenido en varias ocasiones que no quiere repetir los errores cometidos por la URSS en su retirada de Afganistán y que no cree que su salida de Angola ponga en peligro la estabilidad del régimen de aquel país africano.
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