50.000 yugoslavos piden la dimisión del Gobierno de Montenegro

Unas 50.000 personas se manifestaron ayer en Titogrado, la capital de Montenegro, para pedir la dimisión de todos los dirigentes del Gobierno y del partido de esta república yugoslava y de los representantes montenegrinos en la presidencia colectiva del país y de la Liga de los Comunistas. Las autoridades informaron que se reunirán mañana para analizar las protestas, pero el anuncio no disuadió a los manifestantes, que anoche se mantenían concentrados.[Algunas personas presentes en los actos resultaron heridas durante la marcha, según fuentes periodísticas locales, informa France Presse].

La protesta comenzó a las nueve de la mañana, cuando los obreros de la fábrica Radoje Dakic, tras una larga asamblea, decidieron dirigirse al centro de la ciudad, encabezados por su director. En sólo unas horas el grupo de 1.500 obreros creció a 50.000. Se unieron los estudiantes y obreros de otras fábricas de Titogrado y de la ciudad vecina de Niksic.

El origen del problema montenegrino es económico. La república más pequeña (700.000 habitantes) y una de las más pobres de yugoslavia está al borde de la quiebra. La mayoría de las fábricas trabajan con pérdidas y sólo con las inyecciones financieras federales en 1988 lograron sostenerse. El sueldo medio es de unas 7.000 pesetas y apenas alcanza para sobrevivir; prácticamente un 50% de desempleados reciben asistencia social, destinada a complementar los sueldos más bajos.

Ésta es la segunda protesta masiva. En octubre de 1988 los montenegrinos se levantaron por primera vez pidiendo la dimisión de su Gobierno, culpable por la desastrosa situación económica. Su protesta coincidió por las protestas serbias por la situación en Kosovo, de manera que el Gobierno federal y el partido igualaron los movimientos pasivos y acusaron a los montenegrinos de nacionalistas.