La CE desvincula el desarme químico del nuclear

La Comunidad Europea (CE) se opone al establecimiento de cualquier vínculo entre el desarme químico y el nuclear, como pretende el Tercer Mundo, y particularmente los países árabes. La postura comuntaria fue expuesta ayer en París por el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, que habló ante la Conferencia de París como presidente en ejercicio de la CE. Fernández Ordóñez confía en que la reunión termine en un consenso, pese a las exigencias del grupo árabe, y pronosticó que las verdaderas dificultades se producirán en la verificación, "como demuestra el caso de Libia". El discurso, en el que la CE apoya la prohibición de la producción, uso y almacenamiento de armas químicas, careció de propuestas concretas.

"Si hay un dictamen general sobre las armas químicas como algo repugnante, tenemos que tomar una decisión con independencia de lo que pase con las armas convencionales o nucleares", dijo Fernández Ordóñez en una conferencia de prensa en la que fue más explícito que durante su intervención ante la tribuna. El ministro español negó que hubiera discrepancias en la CE dijo que no había habido excesivas dificultades para elaborar el discurso. Funcionarios españoles reconocieron, no obstante, las dificultades que entraña elaborar un documento conjunto de la CE en el campo de la cooperación política.De acuerdo con la exposición de Fernández Ordóñez ante las delegaciones de 145 países, la CE pretende que la conferencia alcance dos objetivos: reafirmación política del Protocolo de Ginebra de 1925 que prohíbe el empleo de armas químicas y "decidido impulso" a las negociaciones de Ginebra destinadas a firmar una convención sobre la eliminación de este tipo de armamento. La CE alienta también la adhesión al protocolo de 1925 -aunque "es insuficiente y no se cumple"-, reclama la asistencia humanitaria a las víctimas de las armas químicas, apoya la concesión de poderes a la ONU para investigar las violaciones, está de acuerdo en impedir la proliferación y hace un llamamiento a los diversos países para que adopten medidas de autorrestricción en la exportación de productos químicos susceptibles de ser utilizados para la fabricación de armas. La declaración final reclamada por los doce ha de evitar "la confrontación y las acusaciones contra determinados Estados".

El ministro español calificó de .signo alentador" la decisión soviética de empezar a destruir sus armas químicas antes incluso de aprobar la Convención de Ginebra, aunque expresó que "la cuestión del desarme se soluciona con acuerdos y no con reducciones unilaterales". En la misma línea, Washington ha mostrado su "satisfacción" por el anuncio soviético, pero ha minimizado la destrucción de armamento al indicar que Estados Unidos posee ya fábricas donde elimina armas químicas al tiempo que moderniza su producción. EE UU seguirá modernizando su armamento químico, mientras no se alcance un acuerdo de prohibición, reafirmó el domingo un alto funcionario norteamericano.

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania (RFA), Hans-Dietrich Genscher, fue más contundente en el respaldo de la iniciativa soviética, que calificó de "contribución importante" en los esfuerzos destinados a prohibir las armas químicas. Genscher no mencionó en ningún momento el problema de la fábrica alemana occidental lmhausen Chemie, acusada de colaboración con Libia [Wasihington acusó ayer a otras tres firmas con filiales en la RFA de colaborar con Libia, según Reuter], pero resaltó que su Gobierno "ha renunciado a producir armas biológicas y químicas" y es hasta ahora el único Estado del mundo que ha aceptado someterse a la verificación in situ". Desde 1972, dijo Genscher, la RFA "ha adquirido el compromiso si plementario de no comprar ni aL nacenar bajo su propio control este tipo de armas". La RFA es el único país europeo que albergi armamento químico estadounidense.

Ei su calidad de presidente de la CE, Fernández Ordófiez intervino por la tarde en el Senado durante la 321 reunión de las delegaciones del Parlamento Europe a y del Congreso de EE UU y se entrevistó con sus homólogos de Marruecos, Libia, Irán, Polonia, Angola y Argelia.