_
_
_
_

Una 'chiquillada' en el juzgado

Dos alumnos de COU, condenados por falsificar sus notas

Los padres de los alumnos Jesús Salvador Corral y José Miguel Huertas, ambos de 20 años, condenados por la Audiencia Provincial de Jaén a seis meses y un día de prisión menor por falsificar las notas de COU, coinciden en calificar de "chiquillada" la actitud de sus hijos, y consideran que los hechos nunca debieron ser denunciados en el juzgado.

En septiembre del año 1986, Jesús Salvador y José Miguel, alumnos del instituto Santa Catalina de Alejandría, de Jaén capital, se ocultaron en el centro fuera de horas lectivas y falsificaron por completo el acta de evaluación final de COU, para no dar un disgusto a nuestros padres", según declararon al juez.Justo Corral, padre de Jesús Salvador, acusa de "negligencia" al instituto, "por dejar al alcance de mi chiquillo y del otro los papeles esos". Por su parte, la madre de José Miguel, que asegura que "todo esto me va a costar una enfermedad", justifica la acción de su hijo en que "el demonio se le metió en la cabeza", aunque opina que "no está bien lo que hicieron; fue una cosa muy mal hecha que ya pasó", dice.

La Audiencia de Jaén ha aplicado la libertad condicional a ambos alumnos, que temen efectuar alguna manifestación que les pueda conducir a la cárcel. No obstante, Jesús Salvador, que se siente engañado por el instituto y precisa que él y su compañero han servido de "chivo expiatorio" de los problemas del centro. Este alumno, que ha abandonado los estudios y hoy trabaja de oficinista, dice asumir su responsabilidad, "pero no les perdono [a los profesores] el daño que han hecho a mi familia".

Pesadilla familiar

José Miguel conviene en que todo "fue una chiquillada", que ahora le está perjudicando mucho, "porque la gente", dice, "tiene la boca muy larga" y asegura que, a raiz de difundirse la sentencia, la gente lo mira por la calle, y teme que comentarios de que está siendo objeto actualmente arrecien cuando regrese, al colegio universitario de Jaén, donde estudia Empresariales.

"Mi hijo. siempre ha sido un niño normal, que aprobaba sus cursos; de hecho, después ha sido capaz de aprobar el COU y la selectividad con su propio esfuerzo", dice la madre de José Miguel que se lamenta de que "todo esto ha sido una pesadilla para la familia". Añade que ese curso, el 86-87, su hijo estudió como cualquier otro y que "no me extrañó que aprobara todas las asignaturas". En cambio, la familia de Jesús Salvador tenía asumido que éste iba a repetir el COU: "Estábamos de vacaciones en Cádiz y cuando nos llamó por teléfono diciendo que lo había aprobado todo la verdad es que nos extrañó", argumenta Manuel, un cuñado de este alumno.

Justo Corral, el padre, está convencido de que "esto, no ha debido de llevarse tan lejos", y se arrepiente de haber obligado a su hijo a devolver el acta original de las notas, prueba contundente del delito de falsedad de documentos esgrimido para la condena judicial.

. "Actué de buena fe y me han engañado como un chino", explica Justo, "pues ellos [los profesores] no sabían ni siquiera qué papeles faltaban". La madre de Corral afirma que "a mi hijo le pusieron en bandeja aprobarlo todo".

Tanto Jesús Salvador como José Miguel responsabilizan a varios profesores de que el tema haya llegado a instancias judiciales. Francisco Titos, director del centro educativo, denunció los hechos en el juzgado siguiendo instrucciones del delegado de Educación" de Jaén, según declaró al juez.

Cómo aprobar nueve suspensos

José Miguel y Jesús Salvador, ocultos en el instituto, tardaron varias horas en transcribir a actas en blanco las calificaciones de todos los compañeros de clase, que mantuvieron tal cual. No así las suyas: Jesús Salvador convirtió sus seis suspensos en aprobados y José Miguel hizo lo mismo con nueve asignaturas, todas las de COU y dos más que tenía pendientes de 32 de BUP. Los insuficientes los cambiaron por notables, bienes y suficientes.

Para otorgar validez a la ficticia acta, falsificaron las firmas de los profesores y estamparon en ella los respectivos sellos oficiales del instituto. José Miguel alteró también su libro de escolaridad, colocando una hoja en blanco de otro similar sobre la parte del suyo que pretendía ocultar, y abonó algo más de 3.000 pesetas en papel del Estado para solicitar el título de Bachiller Superior.

Asimismo, con todos los documentos académicos que eran de su competencia -falsificados- ambos alumnos pagaron la matrícula para presentarse a selectividad. Fue entonces cuando la universidad de Granada, a cuyo distrito pertenece Jaén, advirtió que las notas negativas que obraban en su poder no coincidían con las favorables que le presentaron los alumnos. Se dio la circunstancia de que el instituto, sólo unos días antes, había remitido a Granada una copia del acta original de las notas.

En el acta que falsearon se aprecian varios tachones en los casilleros en que aparecen las notas de estos alumnos, lo que, a priori, induce a pensar que no redactaron un acta nueva, sino que se limitaron a transcribir los aprobados sobre la original. Pero esto no es así: "Hicimos una copia calcada de la original, en la que también existían tales tachones", subraya el alumno Corral.

La idea de falsificar las notas partió de Huertas, que en una ocasión anterior hizo lo mismo con éxito.

En noviembre de 1987, Huertas confesó al juez que los sellos oficiales los había encontrado, con anterioridad a los hechos, en el aseo del instituto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_