El nuevo Gobierno israelí se declara en contra de todo diálogo con la OLP

El primer ministro israelí, Isaac Shamir, presentó ayer ante la Kneset (Parlarnento) su nuevo Gobierno de coalición y las líneas principales de su programa, que niega absolutamente cualquier negociación de paz con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). "Los desafíos a los que debemos hacer frente exigen un Gobierno amplio para decir no al diálogo con la OLP, no a un Estado palestino", dijo Shamir. El Gobierno, que incluye al bloque conservador Likud y a los laboristas, fue aprobado en la Kneset por 84 votos contra 19, y tres abstenciones.

"Israel ha decidido presentar un frente: unido para afrontar la ofensiva de las organizaciones terroristas que tiene como único objetivo obtener el apoyo internacional para un Estado palestino y hacer retroceder a Israel a las fronteras de antes de junio de 1967", dijo Shamir.El primer ministro formuló, en cambio, un llamamiento al rey Hussein de Jordania para que "inicie negociaciones que puedan desembocar en unas relaciones de cooperación pacífica" entre ambos países. Agregó que su país está dispuesto a iniciar conversaciones directas, sin condiciones previas, "con represenantes árabes palestinos, que no estén vinculados con grupos terroristas".

El líder del Likud se presentó con sus 24 ministros ante el Parlamento. Otros dos ministros, representantes del partido nacional religioso Mafdal se unirán al Gabinete el próximo domingo, con lo cual el número de ministros subirá a 26, una cifra sin precedentes en Israel.

Peres será viceprimer mínistro y responsable de Finanzas, mientras que el titular de Exteriores será el conservador Moshe Arens y en Defensa se mantendrá Isaac Rabín.

El Gabinete reducido comprenderá 12 ministros y el núcleo central de crisis incluye a seis, pero lás cuestiones verdaderamente importantes sólo serán debatidas entre dos miembros del Gabinete: Shamir y el líder laborista, Simón Peres. "Este Gobierno será un monstruo de mil patas y dos cabezas", dijo ayer el diputado laborista Jaim Ramón, que se ausentó del hemiciclo durante la votación.

Tal como estaba previsto, la mayoría aplastante que sostiene al Gobierno de coalición dio luz a un debate parlamentario descafeinado y sin interés. La mayoría de los diputados desearon buena suerte al equipo de coalición.

Sulamit Aloni, del bloque Ratz invitó al Gobierno a entablar el diálogo con la OLP, con el fin de "liberarnos de los territorios ocupados". Aloni reprochó a los laboristas de Peres que hicieron campaña en nombre del proceso de pacificación de haberse burlado de sus'electores al entrar en un Gobierno donde "servirán, sobre todo, de hoja de parra a la política de Shamir".

Rehavam Zevi, líder del partido Moledez, que está en favor de la expulsión de los palestinos, dijo que votaría en contra de "un Gobierno de desunión nacional" que se verá constantemente "paralizado por al menos dos opciones políticas contrarias". El diputado del Mapam, de izquierda sionista, Jair Tsaban, estimó que "la ausencia de una oposición clara pone en peligro la democracia israelí", ya que "no hay democracia sin Parlamento, ni Parlamento sin oposición".