En la frontera entre Escocia e Inglaterra

La luz del amanecer permitió apreciar ayer las proporciones de los destrozos sufridos por Lockerbie después de que la noche anterior una lluvia de fuego cayera sobre la localidad, un clásico pueblo de 3.000 habitantes en cuya economía desempeñaba una importante función el tráfico entre Escocia e Inglaterra.Lockerbie esta casi en la raya entre ambos países y la carretera que lo atraviesa es la principal vía de comunicación anglo-escocesa por el oeste de Gran Bretaña. Justo junto a la carretera está la más espectacular huella de la caída del jumbo de Pan Am: un enorme cráter de unos siete metros de profundidad por unos 25 de de longitud. Parte deljumbo en desintegración se detuvó allí, en un lugar sobre el que había varias casas. "Por lo que yo sé, han muerto mi cuñado y mi cuñada", decía un habitante de Lockerbie. "Su casa es ahora un cráter de siete metros. No puedo ni ver los restos; se ha volatilizado", agregó.

No se sabe aún con certeza el número de muertos habidos en tierra y hay confirmados siete heridos de diversas gravedad. Las trabajos de rescate estaban ayer centrados en localizar cadáveres, que se encontraban esparcidos por un radio de unos 15 kilómetros de largo. Parte de la cabina apareció a unos cinco kilómetros de Lockerbie y junto a ella se encontraban los cuerpos de los pilotos. Los responsables de estas tareas han pedido a los lugareños que rastreen sus propiedades en busca de restos humanos.

La reina Isabel II envió al lugar al tercero de su hijos, el príncipe Andrés, quien habló de lo horrendo del caso. La primera ministra, Margaret Thatcher, y el duque de York recorrieron el área siniestrada, en la que era fácil tropezarse con trozos del aparato.

El ayuntamiento se convirtió en un depósito de cadáveres y los asistentes sociales estaban trabajando para encontrar acomodo material y prestar apoyo psicológico a los 300 vecinos que han sido evacuados y a los que han perdido familiares.