Felipe González y Casaroli se comprometen a buscar vías de cooperación sobre el problema juvenil

La Iglesia católica y el Estado español buscarán vías de cooperación sobre el problema de la juventud: inserción en el mercado de trabajo, marginación y consumo de drogas. Éstos fueron algunos de los temas abordados ayer en la reunión que él presidente del Gobierno, Felipe González, mantuvo durante hora y media en la Moncloa con el secretario de Estado del Vaticano, Agostino Casaroli. Fuentes de la Oficina del Portavoz del Gobierno manifestaron que la propuesta de cooperación en esta materia será trasladada a las instancias pertinentes.

FRANCESC VALLS, Agostino Casaroli, en su tercer día de estancia en España, se hizo de esta manera portavoz de un tema que ha sido sugerido en diversas ocasiones por la cúpula de la jerarquía eclesiástica española, con motivo de algunos contactos habidos con la Administración socialista: la cooperación en temas como drogas y juventud, en los que, según fuentes oficiales se hizo ayer mucho énfasis. Algunos obispos habían mostrado anteriormente su voluntad negociadora en la búsqueda de soluciones pactadas con el Estado. El propio presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ángel Suquía, sugirió en noviembre del pasado año que, además de las relaciones fijadas en el acuerdo entre España y la Santa Sede, se podía llegar a más altas cotas de cooperación.Suquía abogó por la convergencia Iglesia-Estado en grandes temas -como la paz mundial y la ayuda al Tercer Mundo-, lo que, a su juicio, era preferible a "alimentar inútilmente desconfianzas y escaramuzas sin fundamento". El presidente del episcopado también dijo en aquella ocasión que esa colaboración no debía alterar "para nada los principios de convivencia democrática, de la no confesionalidad del Estado y del más absoluto respeto a las libertades religiosas de los ciudadanos"

Lucha conjunta

El tema de la lucha conjunta contra el consumo de droga fue, además, abordado en algunos contactos habidos entre ambas instituciones. Ya en julio del pasado año, y en el curso de una reunión que representantes de la Administración mantuvieron con algunos obispos, se surgieron eventuales vías de colaboración, que recibieron ayer el espaldarazo definitivo del secretario de Estado del Vaticano y la compresión del presidente del Gobierno en la reunión mantenida ayer.

Casaroli y Felipe González abordaron en el curso de la entrevista en La Moncloa aspectos como las relaciones bílaterales entre ambos Estados, donde sólo restan algunos flecos, al encontarse prácticamente cumplidos en su totalidad los acuerdos parciales suscritos en 1979.

Condena a ETA

El presidente del Gobierno y el secretario de Estado del Vaticano se refirieron, en este contexto, al patrimonio históricoartístico de la Iglesia católica, así como a temas relativos a educación. Casaroli, en el encuentro de ayer, expresó su dolor y condena ante el atentado, perpetrado anteayer por ETA y que costó la vida a un oficial del Cuerpo blacional de Policía en Eibar.

En la visita de cortesía y privada, tal como fue definida por un portavoz del Gobierno, se abordaron temas relativos al próximo viaje del Papa a España, en agosto del próximo año, y a la presidencia española de la Comunidad Europea, que cornienza el próximo 1 de enero.

Hubo también coincidencia en el papel activo que podría desempeñar una Europa unida, un tema rnuy caro al presidente Felipe González. En el terreno internacional se abordó, asimismo, la situación actual en la Unión Soviética, así como la elección de nuevo presidente en Estados Unidos. América Latina y la deuda externa ocuparon otro apartado. En el curso de la entrevista hubo amplísima coincidencia, según fuentes oficiales

Junto a Casaroli acudieron a La Moncloa el nuncio en Española, Mario Tagliaferri, así como el embajador español ante la Santa Sede, Jesús Ezquerra. Después de la entrevista con Felipe González, el secretario de Estado del Vaticano asistió a un almuerzo ofrecido por los Reyes. Por la noche, Casaroli, que concluye hoy su visita a España, cenó en la nunciatura. A la cena asistieron, entre otros, los ministros de Educación y Ciencia, Javier Solana, y de Sanidad, Julián García Vargas.