La Administración negocia traspasar a Amper el control de Marconi y distintas áreas de Inisel
Amper, el conglomerado industrial participado por la Compañía Telefónica, podría tomar el control de Marconi Española, de acuerdo con lo señalado en distintas fuentes. La operación -en fase de análisis por parte de Telefónica, el Instituto Nacional de Industria y los ministerios de Industria y de Defensa- supondría además la toma de control por parte de Amper de algunas de las áreas de Inisel, cabecera de las actividades del Instituto Nacional de Industria (INI) en el sector electrónico, dentro de un proyecto de reordenación de la dispersa industria española de comunicaciones militares.
Marconi, una sociedad en reconversión que ha experimentado una de las más confusas y rocambolescas trayectorias de cambio accionarial en los últimos años, podría pasar a la órbita industrial de Telefónica como parte de un proceso más profundo de reordenación de la industria de comunicaciones militares que se negocia en la actualidad en distintos escenarios.Claudio Aranzadi y Narcís Serra, ministros de Industria y de Defensa, respectivamente, conocen ya las líneas maestras del proyecto, cuyos extremos están siendo analizados por ambos departamentos, según distintas fuentes oficiales.
La negociación se lleva también entre las direcciones de los grupos industriales afectados, el INI y Telefónica, encabezados por sus presidentes, Jordi Mercader y Luis Solana, repectivamente. Empresa a empresa, los contactos se han establecido entre los presidentes de In¡sel, Rafael Villaseca, y de Amper, Antonio López. Tanto las fuentes oficiales como empresariales próximas a la operación, que han coincidido en seftalar el carácter "abierto" de los contactos que están teniendo lugar a distintos niveles, han indicado que el actual propietario de Marconi, Julián Sancristóbal, se mantiene al margen de las negociaciones, dando por descontada su disposición a ceder la propiedad de la empresa en el caso en que se llegue a un acuerdo.
El antiguo director de la Seguridad del Estado posee en la actualidad un 90% del capital de la empresa, garantizado por unos vendís firmados a su nombre por el anterior propietario, Standard Eléctrica, y depositados en el Ministerio de Industria. El restante 10% se reparte entre Amper e Inisel.
Pesa Electrónica
Los términos concretos de la operación prevén el traspaso al grupo Amper tanto de Marconi Española como de. Pesa Electrónica -la filial del INI dedicada a la fabricación de equipos de televisión profesionaly de las líneas de comunicaciones militares de la propia Inisel, la casa matriz del miniholding electrónio del INI.Estos activos de Inisel cuentan con un considerable valor estratégico como consecuencia de su participación en una serie de programas del Ministerio de Defensa. Entre ellos destaca el multimillonario programa para la puesta en marcha de una red de comunicaciones tácticas del Ejército de Tierra (Radite), que pasaría a la órbita de Amper.
En el curso de los dos últimos meses, Marconi Española ha recibido pedidos de la Administración por un importe próximo a los 1.000 millones de pesetas, que contribuirán a fortalecer la situación financiera de la empresa, calificada de "límite" hace unos meses como consecuencia de la progresiva degradación de sus disponibilidades de caja. Marconi prevé cerrar este ejercicio con unas pérdidas de 1.000 millones de pesetas, que impactarán directamente sobre su patrimonio neto, de 1.900 millones de pesetas, según la propia empresa.
El trasvase de actividades del INI a Telefónica en el sector de las comunicaciones vendría a reavivar como estrategia el caso Secoinsa, producido con la venta de la firma informática a Telefónica. Esta venta, que retiraba virtualmente al INI del sector de equipos informáticos, constituyó el primer paso para la creación de un joint venture entre la propia Telefónicay la japonesa Fujitsu Limited.
Por su parte, Amper que ha venido perfilándose como el brazo industrial de Telefónica ha de consolidar en los próximos año: s un programa de diversificación de actividades, para el que cuenta con el apoyo de la empresa semipública y una sólida situación financiera. A medio plazo, la sociedad ha de reducir, a través del acceso a distinto, mercados o fabricación de nuevos productos, su dependencia del monopolio en la venta de terminales telefónicos, en proceso de liberalización.
Para ello, la sociedad ha tejido en los últimos años una serie de alianzas con distintos grupos del sector, como AT&T Philips telecommunications, de Holanda, o la italiana Olivetti SpA.
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