Inesperada visita del presidente Asad a Arabia Saudí
La visita inesperada que, desde el pasado martes, realiza el presidente sirio, Hafez el Asad, a Arabia Saudí deja ver la voluntad de Damasco de encontrar soluciones a varios conflictos de Oriente Próximo.Según los observadores políticos de la región, Siria tiene la llave que permitiría resolver al menos tres de los más graves problemas que impiden la celebración desde hace cinco años de la 13ª cumbre árabe, que debe celebrarse en Riad: la crisis libanesa, la reintegración de Egipto al seno de la Liga Árabe y el fin de los enfrentamientos políticos entre la propia Siria e Irak.
La presencia en la capital saudi de Abdel Halim Jadam, vicepresidente sirio y encargado de los asuntos libaneses, demuestra el interés que Damasco tiene en el país vecino. Siria y sus aliados controlan más de dos terceras partes del territorio libanés.
Tras la firma de los acuerdos de paz con Israel en 1979, Egipto fue expulsado de la Liga, y la mayoría de los países árabes rompieron relaciones diplomáticas con El Cairo. Actualmente, sólo Siria, junto con Libia y Líbano, mantienen esta actitud. La actividad mediadora del rey Hussein de Jordania parece que puede lograr importantes progresos en este aspecto. Es la propia corona hachemí la que, junto con Irak y la OLP, quiere ver de nuevo a Egipto sentado a la mesa árabe. Ahora, y por vez primera, Siria ha dejado de criticar la política de Camp David, calificando de paso positivo el reconocimiento por parte de Egipto del Estado palestino recientemente declarado, lo que motivó una seria advertencia al Gobierno de Hosni Mubarak por parte de Tel Aviv.
De cualquier forma, en las manos de Siria se puede encontrar la solución para la "unificación de los puntos de vista frente al peligro que constituye Israel para el futuro del mundo árabe", tal y como declaraba ayer el diario oficial As-Saura (La Revolución) de Damasco.
[Por otra parte, EE UU vetó ayer en Nueva York una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que lamentaba profundamente un ataque israelí por aire y mar contra objetivos en Líbano, el pasado viernes. Catorce países votaron a favor y ninguno se abstuvo, informa Reuter.]
