Aznar propone privatizar las escuelas y los hospitales

José María Aznar, presidente de Castilla y León, ha preparado una ponencia para el con greso de Alianza Popular, en la que propone la privatización de escuelas, hospitales y servicios sociales gestionados por el Estado, dentro de una amplia reducción de las administraciones públicas. Aznar lanza esta propuesta en plena crisis interna de los allancistas y en vísperas de una cumbre con Manuel Fraga, Abel Matutes Miguel Herrero y otras perso nas del equipo que aspira a di rigir AP."El Estado tiene que proceder a la autolimitación de los poderes públicos o de lo con trario la sociedad española se desenvolverá en una permanente minoría de edad", afirma Aznar. "Cualquier política administrativa que no emprenda decididamente y con carácter general una amplia devolución de tareas a la sociedad, significará un claro retroceso frente a las necesidades del país".

Otra propuesta de Aznar consiste en disminuir sensiblemente el Gobierno de la nación. El Ejecutivo debería que dar reducido a 14 miembros presidente, vicepresidente y 12 ministros -actualmente son 19-, que "podrían formar un Gobierno real", desmontando las prácticas del PSOE, "que ha constituido en torno a la presidencia una especie de Gobierno en paralelo".El esquema se completa con la constitución de RTVE, el Instituto Nacional de Estadística, el Banco de España y el consejo nacional de universidades como "administraciones independientes del Gobierno", a fin de sustraerlos a la dirección política por el Ejecutivo. La ponencia no explica en qué consisten esas administraciones independientes.Se menciona, asimismo, la reducción al mínimo de la administración periférica del Estado, que el Gobierno socialista ha mantenido en paralelo con las administraciones autonómicas. Propone un cambio de nombre para el gobernador civil de cada provincia -que pasaría a ser subdelegado del Gobierno- y muestra una fuerte voluntad de consolidar y ampliar el actual Estado de las autonomías, con una homologación básica de competencias entre las distintas comunidades, negociada con el Estado.

Aznar propone una función pública "reducida y de calidad", con el regreso al sistema de oposiciones como fórmula normal de ingreso y la articulación de medidas "para evitar la consolidación de las libres designaciones efectuadas en los últimos años". Se propone mayor permisividad en la compatibilidad con otros trabajos -la ponencia describe este proyecto como "racionalización del sistema de incompatibilidades"- y asegura una alta retribución de los principales funcionarios.

Y aún aceptando los derechos de sindicación y huelga, se afirma que la reciente legislacíón en cuanto a intervención de los sindicatos en la función pública "les atribuye un protagonismo excesivo en detrimento de otro principio, igualmente constitucional, como es la participación de los funcionarios y empleados individualmente considerados".