Las campañas que difunden el miedo al síndrome son contraproducentes
Las campañas informativas que difunden el miedo al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) para provocar cambios de comportamientos sexuales son "contraproducentes", según reconoce el jefe del programa de investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre comportamientos sociales en relación con el síndrome, el gibraltareño Manuel Carballo.
El alto funcionario de la OMS destaca el gran valor que tienen los programas de comunicación y educación sobre el SIDA "en una situación en la que no hay cura, no hay una vacuna, no hay una terapia médica". "El problema del SIDA nos ha hecho pensar de nuevo en los programas de educación, que hasta ahora estaban muy marginados en la OMS. Cuando uno piensa que el SIDA se descubrió en 1981 y que hasta 1985 no se establecieron programas agresivos de educación, se da cuenta del tiempo que se ha perdido". "Si hubiéramos estado más despiertos", reconoce, "probablemente no estaríamos donde estamos ahora. Se ha perdido mucho tiempo".Los efectos perjudiciales que acarrea incluir mensajes de miedo en la comunicación sobre el SIDA, fueron debatidos el pasado mes de octubre en una conferencia internacional celebrada en México.
Muy bajo riesgo
"El concepto de miedo", según el doctor Carballo, "ha sido contraproducente, porque, como humanos, toleramos un cierto nivel de miedo y cuando hemos pasado ese nivel hacemos lo posible por olvidar o disminuir toda la información que está entrando. Además, cuando la gente tiene miedo, empieza a discriminar a los que padecen la enfermedad, y eso sería lo peor. Sería fatal en el sentido de que eso llevaría a los grupos de alto riesgo a volver a las prácticas subterráneas, se detendría la participación voluntaria y ahí se acabaría con el control y prevención del SIDA".A juicio de Manuel Carballo "el enfoque de las campañas de información sobre el SIDA debe ser totalmente constructivo e integrador". Hay que destacar aspectos que se habían olvidado hasta ahora, como es el hecho de que "en todas las sociedades hay muchas personas que están en muy bajo riesgo de contraer la enfermedad porque sus prácticas sexuales son de muy bajo riesgo. A esas personas no se les debe decir que cambien su vida", añade este epidemiólogo.
Para la realización de buenas campañas de educación y comunicación Carballo, de 45 años, cree necesaria la existencia de sociedades democráticas, "en el sentido de que la información pertenezca a todo el mundo, que todo el mundo tenga derecho a conocer datos científicos sobre el SIDA, que todo el mundo tenga derecho a saber lo que se puede hacer para evitar esa infección".
Como ejemplo el doctor Carballo cita los casos de Uganda y Suiza. Pero más que destacar a los países que están trabajando en las campañas anti-SIDA, el director del programa social de la enfermedad quiere citar la situación de "algunos países europeos en los que ya han pasado el punto más alto de la epidemia, y van a bajar las medidas protectoras y luego va a haber otra vez una explosión de SIDA".
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