La conexión hondureña
Juan Ramón Matta Ballesteros está considerado por la DEA norteamericana como la conexión hondureña del cártel de Cali, el segundo en importancia de la red colombiana de narcotráfico, para la introducción de drogas en Estados Unidos.Por su posición geográfica, Honduras ofrece un excelente paso en el tráfico de cocaína entre Colombia y el territorio norteamericano. Matta era, según la DEA, el principal responsable de ese tránsito. Los expertos creen que Matta nunca llegó a colaborar de lleno con el cártel de Medellín porque éste raramente ha utilizado Honduras como vía de paso.
Juan Ramón Matta Ballesteros fue enviado a EE UU el pasado mes de abril desde Honduras como consecuencia de una operación combinada de policías norteamericanos y hondureños que provocó protestas en Tegucigalpa, donde fue asaltada la sede de la Embajada de Estados Unidos. La Constitución hondureña prohíbe la extradición de cualquier ciudadano del país.
Juan Ramón Matta acaba de ser condenado en EE UU a una pena menor por el delito que motivó su entrega a las autoridades norteamericanas: haber huido en 1971 de una cárcel de Miami. Pero los fiscales continúan buscando nuevas pruebas para condenarle por narcotráfico.
La principal acusación de Estados Unidos contra Matta es la de su participación en el asesinato perpetrado en 1985, en Guadalajara (México), del agente de la DEA Enrique Camarena. Según los norteamericanos, Matta colaboró en el asesinato junto al mexicano Caro Quintero, actualmente preso en México. El hondureño fue detenido ese mismo año, por su presunta relación con dicho delito, cuando se encontraba en su lujosa residencia de Cartagena de Indias (Colombia).
En Honduras se le calcula a Matta Ballesterns una fortuna de 2.000 millones de dólares (unos 224.000 millones de pesetas), aunque su esposa, Nancy, lo negó la pasada semana. Tenía reputación de hombre popular y muy asequible, a quien le gustaba rodearse del agradecimiento de todos, para lo cual solía ser generoso con quienes le pedían dinero o favores. No se le conoce participación significativa en actividades políticas.
La presencia de los Matta Ballesteros en La Coruña ha coincidido con un fuerte incremento de las capturas de cocaína en Galicia. Destaca, en ese sentido, la aprehensión del buque La Guajira, en junio de 1986, con casi 80 toneladas de droga. Durante el mismo año se capturaron en el aeropuerto de Santiago de Compostela un total de 12 kilos de cocaína. Las capturas en dicho aeropuerto subieron en 1987 a 20,5 kilos, y descendieron a nueve kilos en 1988. En las cárceles gallegas hay más de 30 colombianos presos por delitos relacionados con el tráfico de cocaína.
