Las juventudes estonias y rusas, a la greña

La crisis política hasta ahora relativamente encubierta entre los dirigentes comunistas centrales en Moscú y los líderes comunistas de Estonia, enfrentados en torno a las reformas constitucionales y el concepto de Estado, ha estallado abiertamente en el seno de las Juventudes Comunistas de Estonia, el Komsomol.Miembros del Komsomol rusos y estonios chocaron en el último pleno del comité central de esta organización celebrado en Tallinn, según informaba ayer el periódico Komsomolskaia Pravda, órgano de las Juventudes Comunistas de la URSS.

El enfrentamiento fue provocado por la idea de eliminar el cargo de segundo secretario, un puesto cuya función ha sido habitualmente la de defender los intereses de Moscú. La abolición del cargo fue sometida a votación en el pleno, lo que provocó la salida de la sala de "un gran grupo de miembros del comité central" que básicamente estaba compuesto por representantes de las organizaciones del Komsomol rusohablantes.

El Komsomol, la reserva del partido comunista, que reproduce su estructura y asume su ideología, ha perdido en Estonia un total de 15.000 miembros en el período de un año. Su lugar es ocupado por los cuantiosos grupos informales que surgen actualmente al calor de la perestroika. Kale Isand, uno de los dirigentes del Koinsomol de Tallinn, opinaba que la escisión del Komsomol de Estonia ha ocurrido de hecho, y que la diferencia de opiniones entre las fracciones resultantes puede producir dos organizaciones políticas juveniles divididas con criterios nacionales.

Komsomolskaia Pravda trataba de situar la confrontación no en términos de nacionalidades, sino en términos de concepciones políticas. En este sentido, las posiciones favorables a la soberanía de la república, la ley que convierte en oficial la lengua estonia y otras reivindicaciones autonomistas comienzan a ser presentadas como no marxistas por la Prensa central.