La 'Santa Cena' olímpica.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, ya tiene un motivo más para pasar a la historia. Su figura ha sido inmortalizada en un cuadro en el que aparece rodeado de otros 14 dirigentes del COI. En su mano derecha, el mensaje de sólo dos palabras que conmovió a una ciudad y a un país: Barcelona 1992; al fondo, el mundo; y, presidiendo el feliz encuentro, el barón de Coubertin, creador de los Juegos Olímpicos modernos. El cuadro, con el título Retratos de una obra universal, se debe a los pinceles de Félix Revello de Toro, pintor de reyes, aristócratas y bellas. Pintado al óleo, de 3 metros de longitud por 1,75 de alto, adornará la más ilustre pared de la sede del COI en Lausana. Barcelona 92, el sueño máximo de Samaranch, ha merecido no sólo este cuadro sino incluso un libro, Imágenes en torno a un cuadro, que explica su proceso de creación.