La visita de un sabio

Como sus lectores saben, el pasado 25 de octubre el doctor Stephan Hawking visitó la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Ante la sorpresa de la organización y de los asistentes, unas 3.000 personas acudieron a la cita. Los estudiantes de Física que intentamos asistir a lo que se anunció como un conferencia científica nos encontramos la sala de actos y sus aledaños abarrotados. Apenas una veintena de nosotros pudo escuchar la conferencia, la mayoría porque nos fue imposible abandonar la sala debido al bloqueo de los accesos. Ya antes, un gran número de nosotros había abandonado los alrededores del recinto, dado que ni las instalaciones ofrecían lo necesario para seguir la charla en condiciones, ni el público parecía, en general, interesado en nada que no fuera ver al "sabio de la silla de ruedas".La Prensa recogió el caos organizativo y centró sus críticas en la universidad por su falta de previsión. Compartimos todas esas críticas, pero queremos añadir algunas más. Hay un hecho que se ha pasado por alto y que no suele ser habitual en las visitas de científicos a nuestro país: el doctor Hawking apareció durante tres días en la primera página de los diarios, le fue dedicada una parte importante de un suplemento dominical y los informativos televisivos siguieron su visita diariamente. Estos medios informativos han potenciado la imagen de un científico que, a pesar de su brillantez, no es el sucesor de Einstein, como se le ha calificado en los periódicos. Sin ir más lejos, el doctor Cardona, uno de los más prestigiosos físicos del estado sólido, estuvo en Barcelona la semana anterior y no pareció merecer un despliegue informativo tan importante.Como estudiantes de una carrera cuyos contenidos son poco conocidos por el gran público nos alegra que la Prensa se ocupe de la física; pero desearíamos que fuese más de los temas en sí y menos de las circunstancias que los rodean, para evitar que las reuniones científicas se conviertan en espectáculos circenses.- y 141 firmas más.