Shamir y Peres rechazan de forma tajante la proclamación palestina
El primer ministro israelí en funciones, el conservador Isaac Shamir, y el titular de Exteriores, el laborista Simón Peres, reaccionaron ayer de forma negativa a la proclamación de la independencia palestina aprobada horas antes en Argel. "Es, todavía, un intento de organizaciones terroristas para destruir el Estado de Israel", dijo Shamir. Y agregó: "Si los palestinos continúan en esta vía, van hacia el desastre. El único camino es la negociación". Para Peres, las resoluciones adoptadas en Argel son "sin sustancia".
"Una vez más, los palestinos han preferido las proclamaciones a las decisiones políticas claras, no ambiguas", manifestó el líder laborista. "La OLP dice aceptar las resoluciones 242 y 338, pero las adorna de una joroba [alusión a la frase que habla del derecho de los palestinos a la autodeterminación] que vacía esta aceptación de su sustanciaPor su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, general Dan Shornron, declaró: "Se puede apreciar el valor de las iniciativas autocalificadas de políticas de la OLP cuando se sabe que en el mismo momento en el que el Consejo Nacional Palestino estaba reunido en Argel, grupos terroristas pertenecientes a Al Fatah, de Arafat, trataban de tomar rehenes civiles en Israel".
El general israelí aconsejó a los palestinos de los territorios ocupados no regocijarse demasiado y no salirse de sus casillas. "Al cabo de un año, los palestinos verán que todo esto no eran sino palabras, sin significado real, y que son ellos los que pagarán el precio", dijo.
El ex ministro ultraconservador Ariel Sharon advirtió a los israelíes que la reunión de Argel desencadenará una dinámica "que puede conducir a un Estado palestino". Para impedirlo, Sharon exigió ayer a Shamir la formación, sin demora, de su Gobierno [que se encuentra en vías de negociación entre el Likud y los partidos religiosos] para poder anexionar, lo más pronto posible, aunque sea "una parte de los territorios".
Prohibir la alegría
"A los israelíes no les gustan las piedras que lanzan nuestros hijos. Lo comprendo, pero ¿por qué prohiben nuestra alegría? La felicidad de los palestinos les hace también sentir miedo?", afirmaba ayer un anciano de unos 70 años residente en el barrio Abou Tour de Jerusalén, mientras trataba de calentarse con los últimos rayos de un soleado dia invernal. La policía israelí acababa de hacerse presente en el lugar alertada por el lanzamiento de unos esporádicos fuegos artificiales de fabricación casera para festejar la declaración del Estado independiente palestino. Los agentes trataban de buscar a los "criminales", culpables de haber desafiado la orden dictada por el Gobierno militar israelí y por el ministro de Policía, Bar Lev, que prohíbe toda "manifestación pública" de la alegría palestina por la citada proclamación.
En todas las mezquitas de Jerusalén Este, de Cisjordania y Gaza, los muecines debían lanzar al viento la declaración de independencia, al tiempo que estaba previsto el tañido de campanas en todas las iglesias. A las cinco de la tarde de ayer no había pasado absolutamente nada. Intimidados, sin duda, por la masiva presencia de millares de policías.
En Gaza el toque de queda sigue vigente desde hace cuatro días. En Cisjordania, el toque de queda es parcial desde ayer, pero el territorio está cerrado a la Prensa. La emisora oficial informa israelí de algunos esporádicos enfrentamientos entre pequeños grupos de jóvenes palestinos y soldados, pero que son sofocados inmediatemente. Los soldados se encuentran por todas partes desde el pasado lunes en Cisjordania y Gaza. La televisión israelí muestra jeeps, vehículos blindados, paracaidistas y otras unidades de elite mientras patrullan por las calles de las poblaciones palestinas con las armas desplegadas. El Ejército parece como si hubiera reconquistado Cisjordania y Gaza en los dos últimos días. Un portavoz militar afirmó ayer que se han realizado numerosos arrestos de palestinos acusados de lanzar bombas incendiarias.
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