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EL PATRIMONIO FARAÓNICO DE EGIPTO

La pirámide de Keops no tiene problemas de estructura, según el director de la zona arqueológica de Giza

Jacinto Antón

JACINTO ANTÓN ENVIADO ESPECIAL, Zahi Hawass, director general de la Oranización de Antigüedades Egipcias (OAE) y responsable de las zonas arqueológicas de Giza y Saqqarab (sometidas a un plan de reestructuración), explicó el pasado sábado en Luxor en una entrevista con este diario que la gran pirámide de Keops "no presenta problemas de estructura". Hawass considera "ridículas las informaciones sobre grietas que supuestamente amenazan el monumento, y descalifica a su subordinado el arqueólogo Mansur Bauraik -uno de los 70 inspectores de la zona-, autor de las polémicas declaraciones sobre los problemas estructurales de la pirámide.

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Zahi Hawass, considerado en medios arqueológicos occidentales como uno de los hombres más lúcidos en el espinoso tema de la conservación de los monumentos del antiguo Egipto, está verdaderamente enfadado con Bauriak: "Es un estúpido irresponsable, ha dicho a todo el mundo que la pirámide prácticamente está en peligro de hundirse, y eso no es verdad en absoluto; no me importa que mi gente hable pero cuando lo hace debe decir la verdad". Hawass es taxativo: "Podríamos quitar todas las piedras con fisuras de la pirámide y no pasaría nada".Diversos especialistas internacionales reunidos estos días en Luxor para analizar la restauración que se lleva a cabo en la tumba de Nefertari en el Valle de las Reinas, coincidieron en esta apreciación de Hawass y tildaron el asunto de las grietas de "grotesco" y de "bluff periodístico".

Este diario tuvo la oportunidad de entrar en el gran monumento funerario de Keops (Khu-fu) en la periferia del Cairo y observar las citadas fisuras, así como el trabajo de reacondicionamiento de galerías y cámaras. Dicho trabajo se inició el 15 de agosto y desde entonces la pirámide está cerrada al público, aun que se permite la visita ocasional de estudiosos.

Una estructura de mecanotubo ocupa actualmente los dos laterales del gran corredor que conduce a la cámara del rey y que está iluminado con potentes lámparas de cuarzo desde el suelo. Una decena de trabajadores se dedican a tareas de limpieza y consolidación con absoluta tranquilidad. Cuando se les interroga por las fisuras los operarios señalan varias de ellas, pero sin concederles ninguna importancia. Una grieta muy grande, en la entrada misma de la cámara del sarcófago real y que al profano puede parecerle la más siniestra de este sector -entre otras cosas porque hay que pasar por debajo-, resulta que está ahí por lo menos desde tiempos de Al-Mamún, el califa del siglo IX que violó la tumba.

En las paredes de la galería pueden apreciarse barras de hierro introducidas para asegurar algunas lajas de piedra que amenazaban desprenderse. En todo caso, según la inspectora en jefe de la pirámide, Sarnia El Mallah se trata de un problema superficial que "se está tratando desde hace tiempo". En el claustrofóbico acceso a la denominada cámara de la reina la piedra presenta un aspecto inmejorable y algunas fisuras existentes aparecen cuidadosamente cerradas. Tampoco el corredor hacia la cámara subterránea ni el pozo que conduce a ella aparentan peligrosidad alguna. Es en un bloque de granito de este último pasadizo donde se encuentra la grieta que más preocupaba a Bauraik. Es grande pero no tan espectacular como hacían prever las declaraciones del inspector, y probablemente pasaría desapercibida a quien no fuera avisado de su existencia.

Limpiar el interior de la pirámide y consolidar algunas piedras son sólo parte de un trabajo que comprende la instalación de una nueva iluminación y de un sistema cerrado de televisión, la limpieza de los conductos de renovación del aire -taponados por la arena-, y la construcción de una doble escalera en el exterior para facilitar el acceso. Como gran novedad, Hawass anuncia que se podrá visitar la cámara subterránea -hasta ahora cerrada al turismo- para lo que se dispondrá un circuito, probablemente con entrada por el pozo (después de visitar la cámara del sarcófago real) y salida por la galeria inferior.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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