El Ejército soviético expresa su lealtad a la política exterior de Mijail Gorbachov
El Ejército soviético expresó ayer su lealtad a la política exterior de Mijail Gorbachov y tomó partido a favor de éste en el conflicto ideológico que ha enfrentado al líder de la URSS con Egor Ligachov. Así se deduce de las palabras pronunciadas por el ministro de Defensa de la URSS, Dimitri Yazov, en la plaza Roja de Moscú, con motivo del desfile conmemorativo del 71º aniversario de la Revolución de Octubre.
En Eriván, la capital de la República Soviética de Armenia, los líderes nacionalistas, que luchan por incorporar la región de Nagorno-Karabaj a Armenia, arrebataron, con sus propias consignas, banderas y música, el control de los festejos al jefe del partido comunista de la república, según manifestaron fuentes armenias contactadas telefónicamente desde Moscú. La televisión soviética reconoció que la "complicada situacion" en Armenia se había reflejado ayer en Eriván.El ministro Yazov manifestó ayer que la posición internacional de la URSS se ha visto fortalecida por el "nuevo. pensamiento político, que se basa en la prioridad de los intereses de la humanidad". Los "intereses de la humanidad" como opuestos a, los "intereses de clase" han sido los dos términos de una disputa ideológica en el seno del PCUS, saldada ahora con la victoria de partidarios del primero.
La postura de Ligachov
El pasado verano, en la ciudad de Gorki, Egor Ligachov, miembro del Politburó y secretario del Comité Central, defendió el "carácter de clase de las relaciones internacionales" y señaló que "cualquier otro planteamiento de la cuestión crea confusión en las conciencias de los soviéticos y de los amigos extranjeros". Las palabras pronunciadas ayer por Yazov son el apoyo más explícito, amplio y claro dado por el Ejército a uno de los puntos fundamentales de la política de Gorbachov.La fórmula de "los intereses de la humanidad" elimina desconfianzas hacia la URSS por parte de sectores sociales que se sentían amenazados, pero ha sido considerada como una desviación del marxismo por parte de sectores comprometidos con la idea de "lucha de clases" en términos excluyentes. Estos cambios y las reformas económicas y sociales introducidas con la perestroika (reestructuración) han creado problemas de comprensión en las relaciones entre Moscú y los llamados movimientos de liberación y revolucionarios en el Tercer Mundo.
En la tribuna del mausoleo de Lenin, Gorbachov y el jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov, marcaron ayer distancias respecto al resto de los miembros del Politburó, haciendo acto de presencia unos segundos antes y de forma destacada. Las cámaras de la televisión que retransmitían, el desfile en directo dieron preferencia a estos dos dirigentes, enfundados en sendos abrigos de paño, complementados con gorras de piel, bufandas azules y lazo rojo en la solapa.
A lo largo de los tres últimos años, el tono adoptado por la jerarquía militar en la Plaza Roja se ha suavizado notablemente. Las "tendencias progresistas en el desarrollo mundial y el proceso de reducción de la tensión y desarme no son todavía irreversibles", según dijo Yazov, que, sin nombrar a EE UU, criticó la política de compensación y modernización de los arsenales nucleares destruidos, así como el incremento de las armas convencionales y el programa de la guerra de las galaxias. El año pasado, el ministro había dicho que la situación en el mundo seguía siendo "complicada" y persistía la "amenaza de guerra nuclear", "pese a las tendencias favorables" en las relaciones internacionales. Un año antes, su antecesor en la cartera de Defensa hablaba todavía de incrementar el potencial militar y criticaba a Washington y a la OTAN directamente.
Este año, la exhibición de técnica bélica del desfile fue más breve que en ocasiones anteriores y duró algo más de 10 minutos. Había menos carros de combate y ningún vehículo portador de misiles estratégicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.