'Nacido para triunfar'
La nueva política de formación ha tenido su "acción más importante" en la participación del conjunto del personal en los seminarios de gestión de dos días organizados este año. Estos cursos impartidos en el castillo de Genval, cerca de Bruselas, son objeto de los más variados comentarios. Para enseñar las nociones de los manuales del estilo Nacido para triunfar fue seleccionada una empresa danesa conocida, Time Manager International, que cuenta en su curriculum con contratos similares. El coste de los cursillos es un secreto, pero se habla de 250 millones de pesetas.Los cursillos, dicen unos, sirvieron por lo menos para reunir por una vez a todos los miembros de una dirección general. Hay quien defiende que el curso fue útil para aprender a administrar el tiempo, pero otros lo califican de "pérdida de dos días", de "show cómico" o de "una tremenda chorrada". Un responsable del personal de la CE entiende que estas opiniones obedecen a "un cierto sentido del ridículo entre los funcionarios, porque en la encuesta que respondieron el 75,5% de los asistentes, el 68,3% se declaró satisfecho".
Klaus Moller, el animador de los cursos, actuó a la americana. Subió al escenario a los jefes para inculcarles la necesidad de organizar las tareas, para hacer corear al auditorio los principios impartidos y para escenificar ("si se quiere ser eficaz ante 200 personas hay que escenificar"). Moller entregó a cada funcionario una lujosa agenda, que "es el guión para la película de su vida". La filosofia es simple: la persona llega a casa cansada del trabajo e irritada por el tráfico, emplea más tiempo en ver la televisión que en hablar con su familia y nunca da abasto a realizar todas las tareas pendientes. La agenda puede resolver esos problemas.
La planificación del tiempo es simple en ese libro personal para arreglar la vida. El apartado simbolizado con un elefante está reservado a las grandes tareas, como aprender un idioma o rehacer un matrimonio, porque la estabilidad familiar es importante para el éxito. (Ninguno de los 17 funcionarios, alguno de ellos del máximo rango, que mostraron su agenda a este periodista tenía una gran tarea pendiente). Una llave es el símbolo para repartir las áreas clave tanto del trabajo como de la vida privada. En el apartado Arco Iris se anotan los objetivos que uno tiene en la vida. Las páginas en las que figura un lacito anudado al dedo son para apuntar lo que no se quiere que se olvide. Las ideas hay que escribirlas en las páginas con bombilla "en el momento en que se nos ocurran".
Las sobrecargas de trabajo, las interrupciones que requieren una concentración seria y el esfuerzo de llevar en la cabeza varias cosas a la vez provocan irritación o stress. En ese caso, según la terminología de Time Manager, usted sufre de Flapsí Hapsi, algo así como el cortocircuito cerebral. Todo eso lo soluciona la agenda
