La OPEP, en crisis
LA ORGANIZACIÓN de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) busca desesperadamente una salida al crónico descenso, desde hace tres años, de los precios del petróleo, al borde ya de los 10 dólares en los mercados libres. En su reciente reunión celebrada en Madrid, ocho de los 13 ministros del otrora poderoso cártel petrolero trataron por todos los medios de hallar un compromiso que, por lo menos para el próximo año, consiga restablecer el precio de 18 dólares para el crudo de referencia en el mercado mundial. Pero no está nada claro, pese al vago acuerdo anunciado por su secretario general, que los ministros de la OPEP lo vayan a conseguir.Después de que su política de precios máximos fracasara con la entrada de la economía mundial en un período de estancamiento a principios de los años ochenta, la OPEP se ha enfrentado a dos serios problemas. En primer lugar, sus elevadas tarifas del período 1979-1980, cuando superaron para el crudo ligero los 40 dólares por barril, potenciaron la sustitución de consumos petroleros por otras fuentes energéticas alternativas, al tiempo que estimulaban la aparición de nuevos productores en el mercado, con el subsiguiente aumento no controlado de la oferta petrolera. Al mismo tiempo, el estallido en septiembre de 1980 de la guerra entre Irán e Irak tuvo como consecuencia que las discusiones internas de la OPEP se centraran más en cuestiones políticas y estratégicas de la zona del Golfo que en aspectos de naturaleza meramente económica.
En los últimos meses, la OPEP ha tratado de traducir las negociaciones de paz abiertas entre Irán e Irak en ventajas concretas para el cártel. Estos países habían llevado su enfrentamiento al seno mismo de la OPEP hasta el punto de provocar que Irak, con necesidades perentorias para financiar su esfuerzo bélico, abandonara la disciplina del consorcio y vendiera todo el crudo que técnicamente pudiera producir. Con varios años de preparación para ello, Irak produce y exporta tanto crudo como Irán, y su vieja demanda de equiparar su cuota de producción a la del país vecino y enemigo ha dejado de ser una amenaza para convertirse en el principal elemento de distorsión del mercado mundial de petróleo. En apoyo de su posición, el Gobierno de Bagdad cuenta con importantes aliados, los regímenes conservadores del Golfo, que son los principales productores del consorcio.
Los ocho ministros que se reunieron en Madrid tienen una nueva cita en Viena próximamente. Para entonces, las propuestas surgidas en la capital de España habrán sido estudiadas por los Gobiernos de los 13 miembros del cártel. De no llegar entonces a un compromiso definitivo, es muy probable que sus males se extiendan por un año más, tal vez agravados. No hay que olvidar que si los precios del crudo no están hoy del todo colapsados, es como consecuencia del aumento de la demanda invernal en los países consumidores. La OPEP tiene de plazo hasta el comienzo de la primavera para cerrar su crisis y comenzar a paliar el auténtico desastre que son hoy sus respectivas economías.
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