Tony Venables: "El mercado único no puede hacerse a espaldas de los consumidores"

"El mercado único no puede hacerse a espaldas de los consumidores", afirma Tony Venables, director de la Oficina Europea de las Uniones de Consumidores (BEUC). Esta organización, representada ante la CE y con sede en Bruselas, agrupa a 19 asociaciones de los 12 países comunitarios. La defensa de los 320 millones de consumidores de la Comunidad es ahora más necesaria, dice, "porque el mercado es cada vez más idéntico, pero subsisten las diferencias de derechos y de precios entre los países".

Tony Venables, británico, de 43 años, es desde hace dos lustros director del BEUC. Antes trabajó en la CE y, por ello, conoce bien los entresijos de la casa, contra la que muchas veces disputa. "Los consumidores" dice Venables, "no están incluidos específicamente en el Acta Única. La Comisión Europea no está obligada a presentar propuestas de protección en este sentido, pero de poco va a servir que las empresas consigan más facilidades para vender sí los que compran no tienen confianza en los productos o en los servicios que se les ofrecen".Consciente de las connotaciones que despierta su apellido Tony Venables acepta de buen grado que se le defina como un "manager de consumidores" a pesar de que no le une ningún parentesco con el que fuera entrenador del Barça.

Para el director del BEUC, el protagonismo de las organizaciones de consumidores es imprescindible. "Con el objetivo de la Europa de después de 1992 se promete mucho", afirma, "pero el lobby de los negocios es cada vez más poderoso". No rechaza que sea bueno que la industria se organice para el mercado único; sólo se lamenta de las escasas fuerzas que los consumidores poseen para oponerse a los más de 2.000 grupos depresión que coexisten en la CE".

Debilidad

El BEUC tiene voz en el órgano consultivo de los consumidores de la CE, en el Comité Económico y Social, y ha promovido un grupo interpartidos en el Parlamento Europeo, en el que participan 70 eurodiputados. Sin embargo, "a la hora de discutir la Comisión Europea siempre pone el dedo en la debilidad de las organizaciones de consumidores, mientras somos víctimas de la aceleración de la tarea legislativa que vive la Comunidad".

Venables entiende que queda mucho por hacer en la tarea de defender los derechos de los consumidores europeos. "También en el campo del consumo", explica, "corremos el riesgo de una Europa a dos velocidades, como lo demuestra el hecho de que en los países del norte de la CE las asociaciones de consumidores cuenten con 2,5 millones de asociados y en los del sur con sólo 100.00W. El caso extremo de desorganización lo constituye Italia, con apenas 10.000 miembros, y el más peculiar es España, donde conviven 250 organizaciones diferentes con un número tan bajo de asociados que Venables no se atreve a dar porque "no consta". Sólo dos de estas entidades, el oficial Instituto Nacional del Consumo y la Organización de Consumidores y Usuarios están integradas en la Organización Europea que él dirige.

El problema peor, asegura el director del BEUC, es que "los consumidores de estos países del sur de Europa, menos ricos, no están bien informados de sus derechos y, paradójicamente, soportan los precios más altos". Tanto es así que "el consumidor español saldría ganando si comprara en el extranjero".

El BEUC ha puesto en evidencia que las distintas normas técnicas y las diferencias de IVA dentro de la CE no justifican las enormes disparidades de precios en automóviles, electrodomésticos y otros productos, incluidos algunos de primera necesidad. También ha demostrado costes injustificados en algunos países de los servicios telefónicos, abusos en las comisiones bancarias y denunciado la incongruencia de predicar mercado único cuando los cambios de divisas entre los doce países de la CE representan un descuento acumulado de más del 50% del valor del dinero. Y no comprende por qué la liberalización del merca do de las aseguradoras no contempla los seguros de vida.