"Ya estoy aquí", fueron las primeras palabras que Revilla dirigio a su mujer al llegar a casa
EMMA ROIG, Emiliano Revilla fue liberado por ETA a las dos de la madrugada del domingo a 100 metros de su domicilio, después de 249 días de secuestro. El empresario soriano se encuentra perfectamente; según su médico, presentaba muy buen aspecto, aunque había adelgazado unos seis kilos. Revilla llegó andando a su casa con una bolsa que contenía una tarta que le dieron los secuestradores y una carpeta de dibujos hechos por él. Después de hacer amago de sacar las llaves de su casa, fue abordado por la periodista María José Sáez, que le aconsejó que telefoneara antes de subir, según explicó Margarita Revilla, hija del industrial.
La periodista telefoneó y le dijo a Jesús Álvarez, yerno del libera do: "Baja que tengo un regalo para tí". Al llegar el secuestrado se abrazó a su yerno y decidieron llamar a Margarita Revilla para que les abriera por el garage y no alertar a la policía que custodia ba la puerta principal. Los se cuestradores habían dado órdenes para que se esperaran hasta las 4.30 (dos horas y media des pués de la liberación) antes de avisar a la policía, con el fin de tener tiempo para huir sin dificul tades. El recorrido desde el zulo del que no se movió durante el cautiverio, hasta su casa fue de, una media hora, aunque según la policía la distancia podía ser me nor ya que los secuestradores po drían haber decidido dar varias vueltas para despistar al secuestrado.La puerta del garage del do micilio familiar se abrió alrede dor de las 2.30 de la madrugada El empresario y Margarita Revi lla se abrazaron en el elevaco ches: "Os quiero" dijo el libera do. Una vez en la casa, la familia esperó media hora antes de dar la noticia a la esposa del empresario cuya salud se había resenti do a causa de la tensión de och meses de espera.
Comió "de primera"
El doctor Arturo Fernández Cruz llegó a las 2.30 de la madrugada y fue quien decidió que se debía despertar a la esposa del empresario para darle la noticia. "Ya estoy aquí" le dijo el empresario a su mujer. Durante sus primeras manifestaciones, Emiliano Revilla dijo que le habían dado de comer "de primera" y que el comportamiento de sus captores había sido correcto. Revilla ha asegurado que estuvo vigilado por dos hombres y una mujer a quienes no había visto la cara. Revilla, sin embargo, sí vio la cara de los etarras que le obligaron hace ocho meses a que les acompañara.
El zulo donde estuvo recluído el empresario medía entre tres y cuatro metros cuadrados, que Revilla recorrió infinidad de veces, hacía delante y hacia atrás, para no anquilosarse. Tras atravesar los escasos metros que separan el parque donde fue liberado y su domicilio, Revilla comentó que la ciudad le parecía inmensa. Antes, se le había hecho interminable el ascenso desde la profundidad del agujero donde estuvo escondido hasta la superficie, según sus comentarios.
Tras llegar a su casa, el empresario se interesó inmediatamente,por el estado de su familia y sus -negocios, según declaró el portúóÍ, Rafael Vázquez, y añadió que estaba deseoso de volver a trabajar. Las actividades que realizó durante su reclusión consistieron enjugar a las cartas con sus secuestradores y pintar a lápiz paisajes y mujeres. La obra pictórica del empresario se encueentra en poder de la policía.
Durante la mañana y la tarde de ayer las inmediaciones del domicilio de los Revilla se vieron inundadas por gran número de periodistas y curiosos que deseaban saber las últimas novedades sobre la liberación del industrial soriano Emiliano Revilla informa Juan José Echevarría. Entre otros, acudieron a visitar a la familia, afectada por ocho meses de secuestro, el periodista de televisión Matías Prats.
El magistrado de la Audiencia Nacional Carlos Bueren'flónló declaración a Emiliano Revilla a lo largo de dos horas. Aunque el secuestrado declaró no estar fatigado, el médico aconsejó que se interrumpiera la entrevista, que continuará a mediodía de hoy.
A lo largo de la jornada, innumerables ramos de flores fueron enviados al domicilio de la familia Revilla para festejar la liberación del secuestrado. Igualmente, gran número de automovilistas que circulaban por la calle de Cea Bermúdez, donde se encuentra situado el domicilio de la familia Revilla, hicieron sonar las bocinas en señal de bienvenida al industrial.
A las 16.25 horas, Revilla se asomó al balcón de la casa junto a su mujer, su hija Marjarita y el marido de ésta, Jesús Alvarez, y saludó durante tres minutos a los congregados.
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