El plan de empleo juvenil se complementará con incentivos a la contratación indefinida

El ministro de Trabajo llevará la próxima semana a la mesa de concertación con sindicatos y empresarios, además del plan de empleo juvenil aprobado en la última reunión del Gabinete, la formación profesional y un programa para incentivar los contratos de duración indefinida. El objetivo del Gobierno es lograr, primero, la inserción en el mercado de trabajo de los jóvenes que no han encontrado su primer empleo y, posteriormente, animar a los empresarios a que los contraten con carácter fijo mediante subvenciones en principio estipuladas en 400.000 pesetas por persona.

Manuel Chaves asegura que el plan de empleo juvenil elaborado por el Gobierno no es una propuesta cerrada. Los interlocutores sociales podrán presentar sus alternativas. Lo que si espera es que acudan a las reuniones sin ningún apriorismo y sin descalificaciones.El margen de maniobra que hay es que "no se quiebre la naturaleza y la filosofía del plan. Estamos abiertos a escucharles si quieren modificar las garantías o introducir más para evitar sustituciones o fraude", afirma el ministro de Trabajo.

Medidas de choque

El Gobierno está decidido a ponerlo en práctica porque cree que hacen falta medidas de choque eficaces que sirvan para solucionar el problema de un colectivo de 800.000 jóvenes entre 16 y 25 años que no tienen ninguna experiencia laboral, lo que les impide ser contratados. Los datos de Trabajo indican que el crecimiento del empleo está beneficiando fundamentalmente al colectivo entre 25 y 45 años, por ello se articulan medidas especiales para los parados más jóvenes.Uno de los aspectos más criticados por los sindicatos es que el colectivo juvenil queda fuera de la negociación colectiva al establecerse para los contratos de inserción profesional el salario mínimo interprofesional. Chaves matiza que lo que ocurra después en cada empresa corresponde a la autonomía de las partes.

La propuesta del Gobierno reduce las ayudas a la contratación fijadas en el plan elaborado del PSOE, lo que previsiblemente también será criticado por la CEOE. Chaves considera que la exención total de cuotas de la Seguridad Social y el pago del salarlo mínimo son elementos importantes que pueden estimular la contratación para los empresarios.

El resultado de las anteriores mesas de negociación, que se han cerrado sin acuerdo alguno, permite afirmar al ministro que no es un fracaso para el Ejecutivo "en todo caso sería un fracaso de todos". Él asegura que "el Gobierno ha modificado sus propuestas para tratar de acercarse a las posiciones de las centrales y ha demostrado su voluntad de negociar, que no ha encontrado en la otra parte". Apunta como ejemplo la mesa de cobertura del desempleo, donde a "la primera oferta del Gobierno, las centrales se levantaron y no quisieron discutirla", oferta que asegura era negociable y se podía mejorar.

No tiene intención de revisar el acuerdo firmado con la Unión Democrática de Pensionistas por entender que "es un buen pacto". A Chaves le hubiera gustado firmarlo con UGT y CC OO, además de con UDIP "una organización progresista donde trabajan muchos socialistas, miembros de partidos de izquierda y de Comisiones", añade.

El que UGT amenace con abandonar la negociación de convenios sobre previsión de inflación a su juicio sería un error. "El problema no es la previsión de inflación", afirma el ministro, "sino que los sindicatos se han olvidado de las cláusulas de revisión con tal de fijar incrementos altos".