Protesta serbia en Kosovo contra la mayoría albanesa
Unos 10.000 serbios se manifestarona yer en la localidad de Kosovo Polje en la primera reacción de protesta por el revés sufrido por el jefe de la República de Serbia, Slobodan Milosevic, en el pleno del Comité Central de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY). La escalada de la tensión y las movilizaciones en Serbia parecen seguras tras un pleno que, según fuentes de Belrado, supone "una bofetada a las legítimas aspiraciones de Serbia".
Los congregados en Kosovo Polje en las cercanías de la capital de Kosovo, Pristina, abuchearon al miembro de la presidencia de la LCY, Marko Orlandic, enviado por la cúpula federal del partido para explicar las decisiones del comité central en la conflictiva provincia.Numerosos participantes expresaron su decisión de acudir a Belrado el sábado a manifestarse en contra del "terrorismo albanés" e ignorar la suspensión del acto anunciado poco antes de concluir el pleno el miércoles por la noche. La manifestación de Belgrado, a la que se esperaba acudieran el sábado cerca de un millón de serbios de todo el país, había provocado la alarma en la dirección federal y en la de algunas repúblicas, como Eslovenia y Croacia.
Éstas han criticado duramente la práctica de la cúpula serbia bajo Milosevic de servirse de las manifestaciones callejeras como medio de presión política. Milosevic ha apoyado explícitamente estas concentraciones, cuyos organizadores permanecen en la sombra, si bien pocos observadores dudan de la existencia de vínculos de éstos con la dirección comunista de la República de Serbia. Milosovic, su líder, es aclamado en estas concentraciones de marcado cariz nacionalista.
Entre retratos de Milosevic y banderas serbias, y entonando canciones nacionalistas, vivas a Milosevic y ataques al líder albanés Azi VIasi, los manifestantes abandonaron ayer el campo de fútbol donde se había instalado la tribuna para que hablaran los dirigentes federales. Uno de ellos, Stefan Marinkovic, pidió repetidamente la atención de la muchedumbre. Fracasó patéticamente: "Escuchadme, escuchadme por favor".
Votación de castigo
La gran mayoría lo ignoró y se dirigió a la estación de Kosovo Polje, donde se repitieron los cánticos patrióticos y se coreó el diminutivo cariñoso de Slobodan Milosevic: "Slobo, Slobo".
El resultado del pleno, en el que el miembro serbio de la presidencia federal Crebic recibió tan sólo 68 de los 150 votos posibles, en una clara votación de castigo a la política del líder serbio, ha provocado profunda inquietud e indignación en Serbia.
Milosevic había acudido furioso al estrado en la clausura del pleno para señalar que Crebic sólo es responsable ante su base en la República de Serbia y pedir a su compañero que retirara su dimisión, presentada nada más conocerse el demoledor resultado del voto de confianza. Era la primera vez en la historia de la LCY en que la presidencia se sometía a un voto secreto de confianza del comité central.
Milosevic no sólo no consiguió forzar a dimitir a los dirigentes comunistas de Kosovo, entre ellos al albanés Vlasi. Sufrió además un fuerte revés con el resultado de la votación debido a una alianza de todos aquellos que se consideran amenazados por su política de agitación nacionalista.
En Kosovo Polje se repitieron las escenas dramáticas de las manifestaciones que han proliferado desde el verano, si bien la acritud de los manifestantes está en continua escalada. Los serbios habían depositado grandes esperanzas de imponer la política de Milosevic en el pleno comunista. Tras su fracaso se teme una mayor agresividad en las nuevas concentraciones que ya se preparan.
Enemigo 'número uno'
El voto de castigo al miembro serbio de la presidencia, en realidad un voto de condena a Milosevic, no augura nada bueno en la actual situación yugoslava de extrema tensión. La República de Serbia, la mayor y la más poblada de las seis que componen Yugoslavia y cuya población ha cerrado filas en tomo a Milosevic, lo ha considerado una nueva afrenta a su nación.
Tras la victoria política de Milosevic al derribar con las masas en las calles de Novi Sad a la cúpula comunista de la provincia de Voivodina, muchos esperaban que la caída de los líderes de Kosovo fuera la lógica continuación.
Los dirigentes de esta provincia autónoma han plantado cara a la ofensiva de Milosevic y se han negado a dimitir del comité central, única forma legal según los estatutos para su salida inmediata de este gremio.
El comité central de los comunistas yugoslavos decidió instaurar a petición de Serbia un grupo de trabajo que investigará la gestión de tres líderes de la provincia autónoma, entre ellos Azi Vlasi, considerado el enemigo número uno por los nacionalistas serbios.
Vlasi dejó claro en el pleno que en las actuales circunstancias, bajo la masiva presión en las calles y desde la Prensa serbia, no espera que la comisión llegue a conclusiones justas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Nacionalismo
- Slobodan Milosevic
- Kosovo
- Serbia
- Serbia y Montenegro
- Ciencias políticas
- Conflictos raciales
- Comunismo
- Centroeuropa
- Conflictos fronterizos
- Europa este
- Europa
- Elecciones
- Relaciones internacionales
- Ideologías
- Problemas sociales
- Conflictos
- Política
- Defensa
- Sociedad
- Fronteras
- Política exterior
- Relaciones exteriores