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La ejecutiva del PSOE no atenderá las peticiones de UGT

La ejecutiva del partido socialista analizó, en la reunión celebrada en la tarde del pasado lunes, las peticiones sobre pensiones y salarios de funcionarios que UGT presentó esa misma mañana al grupo parlamentario socialista y decidió no atenderlas por considerar que el problema, tal como lo plantea el sindicato, no existe. El PSOE cree que esos colectivos no han sufrido pérdida de poder adquisitivo y no ha dado a conocer su decisión a UGT porque la central no se ha dirigido a la ejecutiva del partido para plantear sus reivindicaciones.El Grupo Parlamentario Socialista considera, por su parte, que ya dio una respuesta en el curso de la reunión con la central, aunque no descarta hacer una declaración formal reiterando lo que ya expresó el lunes el diputado Francisco Fernández Marugán. A los dirigentes socialistas les ha desagradado que la, delegación de UGT que se reunió con el Grupo Parlamentario estuviera encabezada por Apolinar Rodríguez, quien "permanentemente está dirigiendo descalificaciones al partido y al Gobierno", según un miembro de la direcci6n del PSOE.

La ejecutiva del PSOE está convencida de que este año sólo han perdido poder adquisitivo las pensiones y los salarios de funcionarios más altos y, además, en los presupuestos de 1989 se contemplan subidas suficientes. Las pensiones inferiores al salario mínimo se incrementarán entre el 8% y el 21% y el aumento medio es del 5,4%, al que se añade el 1,1%, destinado a pagar una paga extra más a un millón de jubilados. El mismo análisis lo hace extensivo a las retribuciones de: los funcionarios que tendrán una subida del 4%, más un fondo de 20.000 millones de pesetas que se redistribuirán entre los colectivos más desprotegidos. Esos argumentos también fueron utilizados ayer por el secretario general de la Seguridad Social, Adolfo Jiménez, y por el secretario de Estado para las Administraciones Públicas, Teófilo Serrano, en sus comparecencias ante la Comisión Parlamentaria de Presupuestos.

La UGT continuó ayer sus reuniones con los grupos parlamentarios con las que intenta establecer un consenso generalizado a fin de evitar la repercusión que sobre determinados colectivos tendrá la diferencia entre la inflación real y la prevista por el Gobierno. Por la mañana, se entrevistó con representantes de Minoría Catalana, y por la tarde lo hizo con los del Partido Liberal e Izquierda Unida.

Al mismo tiempo, en una conferencia de prensa, el ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, coincidía en los planteamientos defendidos anteriormente por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Manuel Chaves, acusando a los sindicatos de ejercer una labor de oposición política. Opinión que "probablemente es compartida por el resto del Gobierno", según Almunia.

Por su parte, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, no negó ni afirmó ayer que exista "un posible intento de removerme de mi cargo por resultar incómodo al partido socialista", informa Mario Bango desde Oviedo. El dirigente sindical participó ayer en Asturias en varios actos, en uno de los cuales expresó con su presencia el apoyo a la candidatura de Manuel Fernández, Lito, a la secretaría general de la federación del metal, cuyo congreso se celebrará este fin de semana en Madrid.

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