Científicos de todo el mundo analizan en La Haya la disminución de la capa de ozono
La conferencia sobre el deterioro de la capa de ozono que envuelve a la Tierra, convocada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UN EP), se abrió ayer en La Haya con la convicción general de que el agujero hallado en la Antártida, y el existente en el Artico, se deben a la acción de gases como el monóxido y dióxido de carbono o el metano, y sobre todo los clorofluorocarbonos (CFC) empleados en la fabricación de aerosoles.
Todos ellos pueden disminuir el ozono en la estratosfera por medio de reacciones químicas, ya que una sola molécula de un clorofluorocarbono destruye miles de moléculas de ozono. Al tiempo que se abría la conferencia, la Comunidad Europea anunció su ratificación de la Convención de Viena sobre la protección de la capa de ozono mundial.La disminución del ozono supondría por su parte un aumento de la radiación solar ultravioleta B (UVB) que llega a la tierra. Este aumento causaría, además de quemaduras solares, ceguera y cáncer de piel aumentando además la temperatura general del planeta. Los 70 científicos de 24 países reunidos en Holanda revisaron hasta última hora de la noche de ayer sus cifras sobre la reducción y destrucción del ozono sin alcanzar el acuerdo.
Pérdida del 50%
Así, el agujero de la Antártida, del tamaño del continente, es este año menos profundo que en 1987, pero mantiene su pérdida del 50%. Dicha reducción se ha producido de forma progresiva desde los años setenta. En el Ártico, el agujero es tan grande como Groenlandia, se mueve, y la depresión ha alcanzado entre el 1,5% y el 3% en los últimos 20 años. En el resto de la Tierra la disminución de la capa de ozono se sitúa entre el 1% y el 1,5%.Según R.T. Watson, científico de la NASA, el ozono disminuirá en la estratosfera media y superior debido al aumento de las concentraciones de CFC. En la troposfera, por el contrario, aumentará la concentración debido al incremento de CH4 (hidrógeno). Watson aseguró ayer en su ponencia que, incluso paralizando la producción mundial de CFC, el agujero de la Antártida permanecería siempre. En ese caso, en el año 2015 el contenido de ozono en los trópicos habría disminuido en un 1.5% y más de un 5%. en los polos.
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