Deng evoca la posibilidad de una 'cumbre' con Gorbachov el año próximo
El hombre fuerte de China, Deng Xiaoping, anunció al presidente de Finlandia, Mauno Koivisto, que "la primera cumbre chino-soviética desde hace 30 años podría llegar a celebrarse el año próximo". La noticia fue dada a conocer ayer por la mañana por Kalevi Sorsa, ministro de Asuntos Exteriores finlandés, a los periodistas presentes en el Gran Palacio del Pueblo, en Pekín. "Deng no mencionó detalles ni reveló la fecha ni el lugar de la cumbre" añadió el ministro.
Treinta años después del encuentro entre Nikita Jruschov y Mao Zedong, este anuncio de encuentro en la cumbre entre Deng y Mijail Gorbachov parece tanto de la mejoría de las relaciones bilaterales y de los avances en la solución de conflictos regionales que las enturbiaban.China ha venido poniendo en los últimos años como condición a un acercamiento el levantamiento de tres obstáculos: la presencia soviética en Afganistán, el estacionamiento masivo de tropas en la frontera común y la ocupación de Camboya por 120.000 soldados vietnamitas. Sobre las dos primeras condiciones, Pekín ya obtuvo satisfacción. En cuanto a la tercera, la confirmación por parte de Moscú de una cumbre equivaldría a una advertencia a sus aliados vietnamitas, si éstos siguiesen mostrándose renuentes a encarar una solución política del conflicto camboyano. Las iniciativas de paz de Gorbachov en Extremo Oriente, formuladas el mes pasado, presagian igualmente un rápido arreglo del conflicto camboyano.
Deng Xiaoping afirmó: "Con la normalización de las relaciones China-URSS, los dos países deberán establecer nuevos lazos políticos y económicos basados en los cinco principios de la coexistencia pacífica", según el telediario de las 19.00 horas, que nada dijo de la posibilidad de una cumbre. Deng también subrayó que un acercamiento a la URSS "no perjudicaría las relaciones de China con otros países", en clara alusión a cualquier resquemor que el cónclave pudiese suscitar en EE UU.
Sobre el lugar del eventual encuentro, la mayoría de las especulaciones mencionan Pekín y Vladivostok, dada la dificultad que podría suponer para Deng, de 85 años, efectuar un largo viaje.
La referencia de Deng a los principios de la coexistencia pacífica indica asimismo que los dirigentes chinos descartan cualquier regreso al tipo de relaciones imperantes en los años cincuenta, cuando se hablaba de "vínculos entre países socialistas hermanos", señaló ayer en Pekín un observador occidental.
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