El festival de Sitges "tantea" este año la vía del 'psycho-thriller'
El certamen del cine fantástico se inaugura el viernes
Con el mismo presupuesto y una sensible mejora organizativa y de programa, el próximo viernes se iniciará la 21ª edición de Festival Internacional de Cinema Fantistic de Sitges. En palabras de su director, expresadas ayer en conferencia de prensa, "Sitges hace este año un nuevo milagro", y no sólo sigue celebrándose, sino que "tantea la posibilidad de abrir para futuras ediciones la vía del psycho-thriller".
El psycho-thriller es una variante que protagonizan asesinos especialmente desquiciados y sádicos, herederos lejanos de Norman Bates, quienes, en ocasiones, sólo existen en un espacio onírico -es el caso del Freddy de Elm Street- o que se desdoblan, como en el de Dead Ringers, de David Cronenberg.El festival se prolongará hasta el 15 de octubre y podrán verse un total de 45 películas. Junto a la sección oficial de los filmes a concurso o exhibidos a título informativo -sección dominada por el cine norteamericano (nueve de los 23 títulos seleccionados son de dicha nacionalidad)-, se ha organizado una pequeña retrospectiva dedicada a las películas que la empresa británica Rank produjo durante los años setenta -sólo The man who changed his mind (1936) escapa de la mediocridad conocida de directores como Peter Sasdy.
Sitges propone también una revisión de 10 obras incluidas dentro de ese movimiento tan amplio que fue el expresionismo alemán. La selección combina clásicos bien conocidos -Die Nibelungen, de Lang- con otros menos célebres -Die abenteuer des prinzen Achmed, de Reininger y Kock-, pero obvia cintas que ya han sido revisadas incluso por televisión, como sería el caso de Caligari o Metrópolis.
Sólo una vez
El festival dedica también una serie de proyecciones a recordar como un momento extraordinario, aquel en que unos cineastas abordaron por única vez el género y lo hicieron con acierto. Es el caso de Bogdanovich y su Targets; de Jack Clayton y Our mother's house -ambos directores han confirmado su presencia en Sitges-; de Billy Wilder inventando The privale life of Sherlock Hólmes; de Alexander Mackendrick y The man in the white suit;del famoso Lost horizon de Frank Capra; del David Lean anterior a las grandes producciones románticas, que estará representado en Sitges por Blithe Spirit; del especialista en comedias que es Blake Edwards, que tanteó el fantástico con Experiment of terror, o del shakespeareano Mankiewicz, que en The ghost and Mrs. Muir creyó por una vez en los fantasmas.
Jeremy Irons, Samantha Eggar y Jennifer O'Neil son las estrellas invitadas por el Festival, que espera la visita de cineastas como Roger Corman, David Cronenberg o Manoel de Oliveira. Este último participa a concurso con Os Canibais, una ópera desaforadamente romántica y con toques fantásticos.
Sobre el papel, la competición y la informativa poseen un buen nivel, pues incluyen obras de Zulawsky, Nils Gaup -finalista en el Oscar de 1987 y de quien se presenta la primera película hablada en lapón en toda la historia del cine-, Dick Maas, Nodar Managadzé y de los inevitables Ron Floward o George A. Romero, así como la cuarta entrega de Elm Street, la segunda de Short circuit, Fright Night, Critters y Hellraiser, y la primera de distintas ficciones con monstruos más o menos sangrientos pero con vocación serial, así como Big, un gran éxito de taquilla en los EE UU.
Sitges quería homenajear a King Kong, pero problemas presupuestarios -el certamen cuenta con poco más de 30 millones de pesetas- han aconsejado dejar el homenaje para otro otoño.
Superman es el mito al que se dedica una exposición, Superman, 50 años en 50 imágenes, que incluye la exhibición en vídeo de algunos episodios de la serie televisiva que, durante la década de los cincuenta, ocupó los primeros puestos en la clasificación de las preferencias infantiles.
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