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Sangre de ocho enfermos

Francisco G. Basterra

La misión del Discovery -cuatro días y 57 minutos que acabarán con un aterrizaje el próximo lunes en la base de Edwards, en California- es doble. Probar un transbordador prácticamente nuevo y poner en órbita un satélite de comunicaciones que permitirá en el futuro un contacto constante entre el espacio y una única estación en Estados Unidos.Un satélite igual al TDRS -cuesta 12.500 millones de pesetas- se perdió en el desastre del Challenger. Seis horas después del lanzamiento, la tripulación lanzará al espacio el satélite TDRS, de seguimiento y transmisión de datos, que, quedará situado en una órbita estacionaria a 35.680 kilómetros sobre las islas Hawai.

Ya existe un satélite igual sobre el Atlántico. El lanzado ayer desde el Discovery pesa 2.500 kilos, recibirá su energía del sol y puede transmitir en un segundo el contenido de una enciclopedia de 20 volúmenes, de 1.200 páginas cada uno.

Más información
Júbilo en EE UU tras el lanzamiento del 'Discovery'

El Discovery lleva a bordo sangre de ocho enfermos de leucemia, diabetes e hipertensos para realizar un experimento sobre la formación y producción de células rojas en condiciones de microgravedad. Servirá para saber si el ambiente del espacio puede ser utilizado para investigar enfermedades como el cáncer.

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