El relevo de los negociadores

Aunque finalmente hayan sido los ministros de Asuntos Exteriores los encargados de dar el definitivo empujón a las negociaciones, éstas han sido tenaz y pacientemente proseguidas, fundamentalmente, por los dos jefes oficiales de las respectivas delegaciones, Máximo Cajal por España y Reginald Bartolomew por EE UU. Ambos concluyen ahora sus funciones y, presumiblemente, pasarán a encargarse de otros asuntos.Cajal, que fue secretario general de política exterior de Asuntos Exteriores, dimitiendo de su cargo hace menos de un año, se responsabilizará, dentro del palacio de Santa Cruz, de diversas negociaciones de carácter oficioso y multilateral: el envío de tropas españolas a Namibia, por ejemplo, dependerá en parte de él. Bartolomew, a su vez, abandonará la Embajada norteamericana en Madrid la próxima primavera.

Ahora, medios del palacio de Santa Cruz aventuran que con la firma del nuevo convenio se abre una nueva etapa en las relaciones hispano-norteamericanas "en un plano de mayor igualdad". Ello hace pensar en la probabilidad de que, también en primavera, sea sustituido el embajador español en Washington, Julián Santamaría, nombrado hace algo más de dos años a instancias de la Moncloa. Santamaría ha permanecido virtualmente ajeno a la negociación del convenio.