Zaragoza, Morón y Rota

El departamento de Estado norteamericano hizo público anoche un breve comunicado señalando que el acuerdo "asegura la continuidad y efectividad de una presencia sustancial norteamericana en España para la defensa occidental, incluyendo importantes operaciones navales en Rota, operaciones de entrenamiento aéreo en Zaragoza y de reabastecimiento en vuelo en Morón". El comunicado americano también subraya que, por primera vez desde que los acuerdos de defensa hispano-americanos comenzaron en 1953, el convenio no contiene cláusulas de contrapartida económica.Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Fran cisco Fernández Ordóñez, señaló que "el convenio repercutirá en bien de la relación global entre los dos países; hemos subsanado varios motivos de descontento varios anacronismos".

"Tras la entrevista con el secretario de Estado Shultz, hemos llegado a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, que debe propiciar un marco de estabilidad y sosiego en la cooperación entre España y Estados Unidos" Con estas palabras, un Francisco Fernández Ordóñez visiblemente satisfecho anunciaba el fin de las negociaciones hispano-nortemericanas para llegar a la firma de un nuevo convenio defensivo entre los dos países.

Después de la entrevista de Fernández y Ordóñez y el secretario de Estado norteamericano George Shultz, celebrada a solas en el piso 37 del hotel junto a las Naciones Unidas donde ambos se alojan, portavoces de ambas partes mostraron su satisfacción.

Fernández Ordóñez reconoció que la parte más dificil de la negociación no ha tenido lugar en estos últimos meses, sino cuando se trataba de lograr la aceptación de Washington para la retirada de los 72 aviones F-16 estacionados en Torrejón.

Francisco Fernández Ordóñez aseguró que, desde que el pasado mes de julio España presentó su última propuesta de convenio, "no se ha cambiado una coma del texto".

Por su parte, la Oficina del portavoz del Gobierno emitió anoche un comunicado en el que señala que este acuerdo, "que recoge los compromisos contenidos en el referéndum de 1986 y los principios de la política de paz y seguridad anunciados por el presidente del Gobierno en octubre de 1984, hará posible el establecimiento de una relación más madura y equilibrada entre España y Estados Unidos, al tiempo que introduce un nuevo marco jurídico a la relación bilateral que añade estabilidad y sosiego a la cooperación defensiva entre los dos países".

[Julio Anguita, secretario general del PCE, calificó el acuerdo de "ridículo y vergonzoso". "Es", recalcó, "una payasada". El dirigente comunista estimó también que "cuando un Gobierno renuncia a fiscalizar los barcos extranjeros, está renunciando a la soberanía. Es vender a España", agregó, informa Europa Press].