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El PCE propone una política contra la droga basada en la legalización controlada

Javier Algorreta, miembro de la dirección del PCE y responsable de cultura y movimientos sociales, defenderá hoy públicamente como posición del partido la supresión del "prohibicionismo" que impera sobre el tráfico de drogas. Algorreta, que estima "un rotundo fracaso" el Plan Nacional sobre la Droga, anunciará la integración del PCE en una plataforma cívica que elabore una alternativa "progresista" a dicha actuación gubernamental.

Julio Anguita, secretario general del PCE, manifestó ayer que "la actual política sobre la droga es hipócrita e inmoral", y anunció el impulso desde los alcaldes de Izquierda Unida de nueva acciones ante este fenómeno. Algorreta manifiesta que en esta campaña para elaborar un plan "progresista" sobre la droga el PCE recurrirá a movilizaciones ciudadanas.Uno de los objetivos más a corto plazo de esta campaña es el reparto de jeringuillas a los presos heroinómanos, por entender que la medida adoptada por Justicia de entregarles un frasquito con lejía es "absolutamente ridícula". Otra medida de "pura sensatez" que el PCE pretende lograr es que no vuelva a producirse ninguna nueva operación primavera.

Amplio debate social

Algorreta desea abrir un debate en el partido, en Izquierda Unida y en toda la sociedad porque los hechos demuestran que la política prohibicionista es un completo fracaso"."El prohibicionismo y la represión no solventan el problema de la droga, sino que criminaliza al consumidor, ya que debe abastecerse en redes ilegales y, al tiempo, potencia estas mafias. Hay que partir de la no prohibición". Algorreta entiende que el problema de la droga sobrepasa el ámbito nacional, por lo que su solución debe enmarcarse en movimientos e instituciones internacionales que posibiliten cambios legales en un extenso marco.

Algorreta calificó de "descarada hipocresía" las declaraciones del ministro de Sanidad, Julián García Vargas, sobre la "inmoralidad" de que el Estado entregue droga a toxicómanos. Este miembro de la dirección del PCE reprocha esta actitud ante "el evidente creciente dinero que mueve la droga" en España. Y tacha los planes actuales de prevención y desintoxación de "completo fracaso".

Aunque la línea de partida del PCE para este debate se centra en la eliminación del prohibicionismo, Algorreta anuncia algunas de las tesis que aportarán al debate. "Estamos en contra de una sociedad con dependencias. No contemplamos esto desde la libertad absoluta del individuo. Propuestas como las del economista Milton Friedman de vender droga como quien vende chicles no es ninguna solución", declara este alto cargo del PCE.

Algorreta defiende como primera medida la legalización del tráfico de las drogas blandas para separarlas de las vías de distribución de la heroína y de la cocaína. Su actual superposición en la misma red provoca "el paso del consumo de la droga blanda a la droga dura".

El 'chute', en la consulta

"La heroína debe ser suministrada por los servicios sanitarios públicos e inyectada en la propia consulta", apunta Algorreta, que rechaza tanto que el médico simplemente la recete como que se adquiera libremente en farmacias.Esto cree que eliminaría mucho de la mitología del yonqui, mejoraría su salud y eliminaría la mafia y los delitos que genera la droga. Algorreta admite que aún no se han planteado la fórmula idónea para regular la cocaína. En todo caso, el PCE se opondrá a una liberalización del comercio de la heroína y la cocaína similar a la que disfrutan alcohol y tabaco.

El PCE también propondrá una reforma de las fuerzas de seguridad que suponga un desarrollo de la policía de barrio, desmantelamiento de las mafias internas, agilización de la justicia e implantación del jurado, amén de la despenalización del tráfico de estupefacientes. Fuentes del Plan Nacional sobre la Droga rechazaron ayer estas críticas y propuestas.

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