La CE critica el proteccionismo de la ley comercial de EE UU
La Comunidad Europea (CE) expresó ayer su "gran preocupación" por la ley de Comercio (Trade Act) promulgada en agosto en EE UU, que puede incitar a esa superpotencia "a recurrir con mayor frecuencia a medidas unilaterales" proteccionistas. El Consejo de Asuntos Generales debatió también la aprobación del mandato negociador con los 66 países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) para renovar la tercera Convención de Lomé, que expira en febrero de 1990. La insistencia es la de dar entrada a Latinoamérica provocó un total desacuerdo. El tema será discutido de nuevo el 12 de octubre en Luxemburgo.
En su primera reunión después de las vacaciones, los ministros de Asuntos Exteriores de la CE, presididos por su homólogo griego, Teodoros Pangalos, consideraron que la Trade Act era "potencialmente proteccionista", según afirmó el jefe de la delegación española, el secretario, de Estado para la CE, Pedro Solbes.La declaración adoptada por el Consejo de Ministros reconoce, no obstante, que la ley tiene el mérito de facultar a la Administración federal para negociar en el marco de la Ronda Uruguay, pero señala también que las disposiciones que contiene "podrían incitar a Estados Unidos a recurrir con mayor frecuencia a medidas unilaterales incompatibles con la declaración de Punta del Este" sobre el comercio internacional.
De ahí que los comunitarios anuncien su intención de vigilar de cerca la puesta en práctica de la Trade Act y tengan la intención "de tomar inmediatamente medidas para defender sus derechos legítimos" si resultasen vulnerados. Pero para evitar que resurjan tensiones comerciales, los doce instan a EE UU "a mantener el diálogo".
La renovación de la Convención de Lomé ocupó la mayor parte de las discusiones del Consejo. España se quedó sola en su defensa al incluir a países latinoamericanos -en un primer momento, la República Dominicana y Haití- en este acuerdo de cooperación al desarrollo financiado por la CE.
Posición mayoritariaLa posición mayoritaria era que la aceptación de la candidatura dominicana supondría sentar un precedente para la entrada de los demás países latinoamericanos. España mantuvo el criterio de que no hay razón alguna para ejercer este veto cuando en Lomé están incluidos países del área, como Belice, y en un momento en que la Comunidad se plantea integrar en este marco de cooperación a Namibia en cuanto adquiera la independencia, mientras se cierra a países soberanos desde hace muchos años.
Los doce decidieron aplazar la discusión hasta el próximo 12 de octubre en Luxemburgo, día para el que está prevista la primera reunión formal de renegociación del acuerdo. La Convención de Lomé, heredera del espíritu de Yaundé, no es sino el ámbito de ayuda al desarrollo de la CE para los países de antiguo dominio colonial de Francia, Italia, Holanda y el Reino Unido. Son éstos precisamente, con la excepción de Italia, los que más se oponen a la ampliación del ámbito geográfico echando mano a criterios de restricción presupuestaria. La posición española, bajo cuya presidencia se negociará la cuarta convención, es que el "espíritu de Lomé" es apropiado para ciertos países latinoamericanos, pero deben buscarse otros cauces de colaboración para aquellos que, como Argentina, México, Venezuela o Brasil, tienen una economía más desarrollada.
Por otra parte, el Consejo de Ministros de la, CE procedió ayer a la firma del acuerdo comercial con Hungría, el primero de los concluidos con el bloque del Este tras la formalización de relaciones diplomáticas con el Comecon en junio. Este acuerdo prevé, de aquí a 1995, la supresión de todas las restricciones a los intercambios.
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