La producció industrial perdió antes del verano el empuje registrado desde 1985
La producción industrial española se desaceleró antes de empezar el verano, aunque los últimos datos oficiales permiten cerrar el balance de la primera mitad del año con un aumento del 4,4% sobre el de enero-junio de 1987. Este crecimiento en unidades físicas, basado en fuertes disparidades dentro de los principales subsectores, sigue siendo algo mayor que el promedio de la Comunidad Europea (CE). Pero ha sido rebasado con creces por la mejora registrada desde finales del año pasado en Estados Unidos y Japón.
El fuerte impulso iniciado por la producción industrial española desde finales de 1985 se ha enfriado en el segundo trimestre del presente año, cuando ha crecido una media del 3,2%. Desde mayo su avance apenas sobrepasa un ritmo anual del 2%, inferior al mantenido desde que empezó el ciclo alcista de los últimos tres años.El último índice publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra para junio un aumento del 2,3% sobre el mismo mes de 1987. Es casi una tercera parte del incremento registrado todavía en marzo o en el período julio-agosto- septiembre del año pasado.
Expectativas
El hecho de que en el verano de 1987 la industria fuera especialmente activa eleva las probabilidades de que la desaceleración del segundo trimestre de 1988 pueda haberse mantenido en el tercero. En la misma dirección apuntan las bajas expectativas reveladas por los empresarios a las encuestas del Ministerio de Industria al empezar el pasado verano.Pero la desaceleración del segundo trimestre, al sumarse a un primer trimestre expansivo (5,2% de avance), arroja un crecimiento medio del 4,4% para la primera mitad del presente año. Esta tasa se mantiene todavía por encima de la registrada como promedio en la CE (poco más del 3%), al que tiende a igualarse la actividad industrial española después de que en 1987 casi triplicara el ritmo de crecimiento comunitario.
En España la desaceleración del segundo trimestre se ha centrado principalmente en los bienes de consumo, tanto en alimentos, bebidas y tabaco como en las manufacturas. La producción de bienes de equipo o de inversión ha seguido un crecimiento por encima de la media del año pasado.
