Los soviéticos reconocen la pérdida de todo contacto con la nave 'Fobos 1', rumbo a Marte
Las autoridades espaciales de la URSS admitieron ayer que habían perdido todo contacto con la sonda Fobos 1, en rumbo a Marte, y que "sólo un milagro" podía ya recuperar el control de la nave. Este fallo supone el fin de uno de los experimentos más importantes que debían realizarse en este viaje: el de las primeras fotografías tridimensionales del Sol, en colaboración con el satélite norteamericano Solar Max.
El director del Instituto de Investigaciones Cósmicas de la URSS, Roald Sagdeyev -considerado en Occidente el padre del programa espacial soviético-, reconoció ayer que "las esperanzas de retomar contacto con Fobos 1 son menos que ínfimas", después de que los técnicos soviéticos perdieran toda comunicación con la sonda hace dos semanas.Sagdeyev estimó que el fracaso se había producido porque uno de los especialistas encargado de las operaciones rutinarias de intercambio de datos periódico con la nave había cometido el error de modifícar el programa informático de control global.
Viaje sin problemas.
En consecuencia, la sonda cambió de orientación y sus antenas ya no están dirigidas hacia la Tierra. Más grave todavía es que los científicos soviéticos creen que los paneles solares tampoco están orientados hacia nuestro astro, por lo que las baterías se están descargando -si es que no están ya sin energía- y no podrán ya regular térmicamente el funcionamiento del equipo electrónico.Eso significará, en muy breve tiempo, la avería irreparable de todos los sistemas de a bordo.
Sin capacidad de controlar la sonda, los técnicos de la URSS quedan a merced de algún suceso inesperado e improbable -como que casualmente una erupción del Sol lance una súbita e intensa ola de viento solar que, también difícil, ponga de nuevo a la Phobos 1 "mirando" a nuestro planeta- que les permita conectar con el equipo de la sonda.
Su nave gemela, la Fobos 2 sigue su viaje sin problemas y está preparada para realizar todas las operaciones de exploración previstas de uno de los dos satélites de Marte.
El programa Fobos pretende ser también el primer paso hacia la colonización de Marte y la URSS había previsto la posibilidad de un vuelo tripulado hacia el planeta rojo hacia el año 2020, para el que habían pedido la colaboración de la NASA norteamericana.
Con la Fobos 1 se perderían también los dos módulos de aterrizaje más sofisticados que jamás se hayan, fabricado. En el programa participa la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras potencias espaciales.
Las dos sondas Fobos eran necesarias para realizar el primer estudio cartográfico completo de Marte, imprescindible para preparar un aterrizaje allí. Asimismo, la Fobos 1 debía dirigir a su gemela, que vuela unos pocos millones de kilómetros detrás de ella, para afinar su trayectoria final cuando ambas naves lleguen a los alrededores de Marte, aproximadamente en abril del año que viene.
Las investigaciones que ambas sondas tenían que realizar eran muy numerosas y casi todas se iban a hacer por vez primera.
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