Una marcha pedirá el fin del acoso escolar tras el suicidio de una menor con autismo en Tenerife
La madre afirma que la menor sufría ‘bullying’, aunque el Gobierno canario asegura que no le constaban denuncias previas. El caso está bajo secreto de sumario


Los vecinos del Puerto de la Cruz (norte de Tenerife) saldrán a la calle este domingo para homenajear a Lucía, una niña de 12 años con trastorno del espectro autista que se quitó la vida el 20 de febrero. La menor cursaba sexto de primaria en el colegio César Manrique de la localidad tinerfeña y sufría, según su madre, acoso en el colegio. El caso está bajo secreto del sumario mientras prosiguen las investigaciones de la Policía Nacional. La convocatoria es a las 12.00 en Playa Martiánez.
Tras conocerse el caso, el Gobierno canario manifestó que en el colegio no tenían conocimiento de antecedentes de conductas suicidas o autolíticas, ni habían recibido denuncias o llamadas por problemas de convivencia entre la alumna fallecida y sus compañeros de aula o de centro. El entorno más cercano de la víctima asegura que sí sufría este acoso. “La comunidad educativa no me va a devolver a mi hija, a mi luz, si hubieran hecho algo más que mirar para otro lado”, publicó la madre de Lucía después de su muerte en redes sociales (en el perfil de Facebook del Ayuntamiento de la localidad). “La marcha será silenciosa para recalcar que estamos aquí y que esto tiene que parar”, ha detallado un portavoz de Visión Azul Autismo, la plataforma organizadora de la marcha y de la que la menor formaba parte. ”Los protocolos no funcionan y solo amparan a los centros”, lamenta.
Se da la circunstancia de que desde finales de septiembre se aplica en los centros públicos de educación no universitaria de las islas el Protocolo de intervención ante riesgo suicida detectado en instituciones educativas de Canarias. Según explico el Ejecutivo autonómico en enero, este marco ha permitido detectar 35 casos. La mayor parte, 23 de los 35, se han activado en Secundaria, cuatro en Primaria, cinco en FP y tres en Bachillerato.
Tanto el centro como la Consejería niegan haber tenido constancia de que se estuviese produciendo acoso. “Lo que no puede ocurrir es que no se actúe ni investigue” si se tiene conocimiento de que un alumno sufre algún tipo de acoso por parte de algunos compañeros, según señaló el viceconsejero de Educación, José Manuel Cabrera, al día siguiente de producirse los hechos. Cabrera garantizó que desde el Ejecutivo ”nunca se ha mirado para otro lado y siempre se ha actuado”.
Si necesita ayuda, puede llamar al 024; al teléfono de la Esperanza (717 003 717) o escribir por WhatsApp al 666 640 665. También ofrece asistencia la Fundación ANAR (900 20 20 10).
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