Bossano, satisfecho por las declaraciones de Thatcher

El Gobierno de Gibraltar, que dirige el socialista Joe Bossano, se muestra plenamente satisfecho por las declaraciones de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, apoyando la tesis de que los gibraltareños tienen derecho a decidir su propio futuro. Tras las declaraciones, realizadas por Thatcher para España y antes de la visita, que reciben gran cobertura en los medios de comunicación del Peñón, se suscita un creciente interés por esta primera visita oficial a España de un primer ministro británico.

Desde la puesta en marcha, hace 20 años, de la actual Constitución de Gibraltar, sucesivos Gobiernos británicos han manifestado que los compromisos contraídos con la colonia se mantendrán. Sin embargo, el que los británicos aceptasen discutir el escollo central de la soberanía del Peñón, un fruto importante de la diplomacia española, suscitó grandes suspicacias y temores sobre las intenciones reales del Gobierno del Reino Unido, por entender que Londres, de manera creciente, parecía proyectar un indudable interés por la buena marcha de las relaciones con Madrid a posibles expensas de los gibraltareños.El Acuerdo de Bruselas, suscrito en noviembre de 1984, fue un jarro de agua fría para los dirigentes de Gibraltar. Mientras se aplaudía la reapertura de la verja fronteriza cerrada por el anterior régimen de Franco, se cuestionaba el compromiso británico -por primera vez desde el Tratado de Utrecht, en 1713- de discutir la soberanía de la Roca.

El acuerdo hispano-británico sobre la utilización conjunta del aeropuerto de Gibraltar, instalado en el istmo no cedido en Utrecht, ha sido uno de los primeros frutos del Acuerdo de Bruselas. Sin embargo, Londres concedió a Gibraltar la última palabra, y el Gobierno gibraltareño se muestra contrario a aceptar el acuerdo y abrir las puertas a las normas comunitarias sobre la liberalización del transporte aéreo, al pensar que esta política no favorece a Gibraltar. Mientras Margaret Thatcher insta a Gibraltar a que acepte estas propuestas, Bossano las rechaza al pensar que también conceden a España una voz sobre la administración del aeropuerto.

Modificaciones

Sin embargo, parecen existir esperanzas de que el Gobierno de Gibraltar, pragmático y práctico, esté dispuesto a considerar ciertas modificaciones. Por ejemplo, Bossano ha quedado impresionado por el acuerdo que rige el aeropuerto suizo de Basilea, con salidas de pasajeros a Suiza y Alemania Occidental, siempre que quede claro quién ostenta el control del aeropuerto y la soberanía del territorio que le ubica. El Gobierno del Reino Unido, según ha sabido este periódico, ha hecho circular un informe respecto a la interpretación británica del acuerdo sobre el aeropuerto con el fin de clarificar algunos de los puntos más sensibles para los gibraltareños.

También es sabido que Gibraltar y Londres estudian una fórmula de compromiso con el fin que se continúen pagando las pensiones actualizadas a los 5.000 ex trabajadores españoles de Gibraltar. Estos pagos concluirán en diciembre próximo, y, por tanto, es urgente buscar nuevas fórmulas si la intención británica es seguir pagando. El Gobierno gibraltareño declara que él ya ha devuelto a los pensionistas españoles lo que éstos contribuyeron más los intereses acumulados durante los años de frontera cerrada. Los fondos de la Seguridad Social gibraltareña tampoco pueden pagarlo por lo exorbitante de la suma, y, por tanto, insta al Gobierno de Londres a que asuma estas responsabilidades que resultan del ingreso de Gibraltar, con el Reino Unido, en la Comunidad Europea.