Bolivia niega que una fábrica de cocaína financiara compras de armas a la 'contra'
La información publicada el pasado 14 de septiembre por EL PAÍS en la que se recogían sospechas coincidentes de políticos e intelectuales de Bolivia de que la fábrica de cocaína descubierta en 1986 en la sierra de Caparuch fue una de las fuentes de financiación para la compra de armas para los rebeldes nicaragüenses ha causado un gran revuelo político en el país andino. El ministro del Interior, Juan Carlos Durán, ha asegurado que se trata de una "versión ridícula", y ha pedido al ingeniero Francisco Kempff que informe de "dónde está la fábrica, quienes son los propietarios de la misma y cuáles son los fondos que salen y adónde van".EI padre de Francisco, el científico Noel Kempff, fue asesinado en septiembre de 1986 junto a su guía y su piloto cuando descubrieron casualmente una fábrica de cocaína. Un biólogo español, Vicente Castelló, fue el único superviviente.
Francisco Kempff aseguró a EL PAÍS que denunció en agosto la existencia de otra fábrica en Caparuch, y que en los siguientes 14 días no se registró operativo ni acción alguna.
Según Durán, se rastreó la zona durante más de 15 días, y se llegó a la conclusión de que se trataba de una fábrica destruida en 1985. Añadió que en los últimos años se ha destruido más del 80% de las instalaciones del narcotráfico.
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