Comentario social sobre 1992

El movimiento hacia un único mercado europeo es un rumbo que los sindicatos deben observar con un sentimiento común. El primer golpe a la estructura industrial lo han recibido aquellas viejas industrias donde los sindicatos están arraigados.Al mismo tiempo el poder colectivo de pacto de los sindicatos base puede ser desgastado por el libre movimiento de títulos jurídicos, capital y servicios en toda Europa.

Con el movimiento de las barreras económicas y comerciales, y el levantamiento de los controles de capital, 1992 crea las condiciones para la unión monetaria. Ésta podría implicar una política monetaria europea única y quizá una única moneda. La deducción es que las regiones europeas deprimidas podrían no estar capacitadas para recurrir a la devaluación de sus monedas para incrementar la competitividad.

De este modo, el impacto en la flexibilidad del mercado de trabajo de algunos directivos europeos, reflejando la dimensión social del mercado, es claramente importante. Si la iniciativa de Delors abre el camino hacia un intercambio colectivo de ámbito europeo, esto estará en la línea del mercado único.

Todo sugiere que la retórica de Delors puede ser más potente que el contenido social de su oferta, pero si esto ayuda a la implicación de los sindicatos en el proceso hacia el mercado único, mucho mejor.

15 de septiembre