Lafontaine: "Un crecimento económico del 3% perjudicaría en la RFA el medio ambiente"
La petición de algunos países europeos a la República Federal de Alemania (RFA) para que active su economía y se convierta en el motor de la economía europea "no es moderna y no está bien fundamentada", según afirmó Oskar Lafontaine, vicepresidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), en unas declaraciones a EL PAIS. Lafontaine, que ha permanecido cuatro días en Barcelona para exponer a la dirección del PSOE los acuerdos del reciente congreso de los socialistas alemanes occidentales, dijo que "un crecimiento del 3% en la economía de la RFA sería algo muy grave desde el punto de vista del impacto sobre el medio ambiente del país" y además no produciría los efectos deseados por quienes formulan esa petición a la RFA.
El que se perfila como probable candidato de su partido en las próximas elecciones generales en la RFA, en 1990, recuerda que su país es ahora "el campeón" en las exportaciones. "¿No sería mejor que en vez de incrementar nuestra producción se produjera más en los países donde se reclama que reactivemos nuestra economía?", pregunta. Añade que si se invirtiera más en la RFA, aumentarían todavía más las diferencias respecto a los otros países menos desarrollados, "porque en la RFA la aplicación intensiva de capital produce mayores efectos".Lafontaine esgrime además un argumento innovador que ha sido adoptado por el SPD: La RFA tuvo ya en el pasado tasas de crecimiento del 6 y el 7% anual cuando su economía era más pequeña, dice. Ahora, un crecimiento del 3% sobre una economía mucho más grande, y mucho más grande también que la de otros países próximos, sería algo muy grave desde el punto de vista del impacto sobre el medio ambiente. Nosotros tenemos que cuidar mucho nuestro medio ambiente porque está ya muy dañado".
El producto interior tiene que crecer, señaló, "pero ha llegado ya la hora de que nos preguntemos a costa de cuánto deterioro ecológico se puede seguir creciendo".
La oposición sindical
Lafontaine sostiene que las polémicas medidas que propuso al congreso del SPD celebrado en Münster a principios de mes (reparto del trabajo mediante reducción de la jornada laboral y del salario, fuerte gravamen sobre el consumo y la transformación de energía, desgravación de las rentas del trabajo) se corresponden, precisamente, con el nivel de productividad alcanzado por la economía alemana.El objetivo de este programa es avanzar hacia el pleno empleo, sobre la base de un mejor reparto del trabajo y un crecimiento moderado de la economía. Para justificar esa opción, Lafontaine explica que en la RFA la productividad del trabajo crece mucho más deprisa que la economía en su conjunto. De modo que cuanto más se invierte más aumenta la productividad a causa del proceso de innovación tecnológica.
Sobre la oposición de los sindicatos alemanes a las medidas económicas por él defendidas, Lafontaine sostiene que, en realidad, lo que es decisivo para poder aplicarlas "es disponer de una mayoría política suficiente para ello, como la que tiene en España el presidente Felipe González, por ejemplo. Un proyecto socialista tiene que estar basado en una gran mayoría. Felipe González la ha conquistado y aplica el proyecto. Eso es lo que hace falta".
El vicepresidente del SPD matiza, sin embargo que, en el fondo, "el desacuerdo de los sindicatos alemanes no es sobre las medidas en sí sino sobre su financiación". Y eso es algo en lo que se pueden aproximar posiciones como, según afirma, ya ha empezado a suceder.
Tras su encuentro con los dirigentes socialistas españoles, Lafontaine manifestó que existe una clara coincidencia entre ambos partidos sobre "la idea y el papel de Europa, el desarme y, aunque por medios distintos, sobre el objetivo de alcanzar el pleno ernpleo". Acerca de las diferencias dijo: "Creo que la discusión sobre la cogestión y la democratización de la empresa no ha avanzado mucho en España".
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