El tráfico y el polvo en suspensión favorecen el mantenimiento del 'hongo' contaminante sobre Madrid
La nube de polvo sahariano en suspensión y la acumulación de humos, sobre todo por el aumento del tráfico en los últimos días, han propiciado la aparición de un hongo contaminante sobre la capital. La estabilidad atmosférica ha permitido también que se llegue en los últimos días a los 38 grados a la sombra, temperatura que no se alcanzaba por estas fechas desde hace 60 años. Aunque el Ayuntamiento afirma que la contaminación no es preocupante, la Agencia de Medio Ambiente ha iniciado una investigación para conocer la naturaleza de la boina que periódicamente se instala en Madrid.
La situación actual ha propiciado la formación de la niebla o smog fotoquímico en una época considerada precisamente de bajo riesgo de polución, a dos meses todavía de los efectos nocivos de las calefacciones.Los madrileños llevan toda la semana en medio de un ambiente que algunos califican de irrespirable. Según el doctor José Ramón Banegas, los efectos más apreciables del smog, rico en óxidos de nitrógeno, son las irritaciones de ojos, nariz y bronquios. En grandes concentraciones, los óxidos de nitrógeno pueden tener efectos tóxicos sobre el sistema respiratorio e incluso favorecer la aparición de enfermedades pulmonares.
Un portavoz del departamento de contaminación atmosférica del Ayuntamiento restó ayer importancia a la situación actual y señaló que los niveles de polución (129 microgramos de humos por metro cúbico y 145 microgramos de azufre en el centro de Madrid) son sólo ligeramente superiores a lo habitual. Las 20 estaciones de control no detectan, sin embargo, ni los óxidos de nitrógeno ni los hidrocarburos, emitidos principalmente por los automóviles. El Ayuntamiento ha iniciado este año la renovación de la red para adaptarla a las normativa europea.
'Smog' fotoquímico
Técnicos de la Agencia de Medio Ambiente han expresado su preocupación por la falta de control del smog fotoquímico. Medio Ambiente ha suscrito un convenio con el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) para investigar la naturaleza del hongo contaminante, cuyos efectos reales son aún desconocidos.Según la directora general de Calidad Ambiental, Cristina Danés, este estudio será necesario para poner a Madrid a la altura de otras capitales de la CE en el control de la contaminación. Las estaciones del Ayuntamiento de Madrid y las que serán instaladas próximamente en el área metropolitana habrán de estar capacitadas para medir los óxidos de nitrógeno, los hidrocarburos, el plomo y el ozono.
Madrid alcanzó ayer, por segundo día consecutivo, la máxima temperatura registrada en septiembre desde hace 60 años: 38 grados a la sombra. En puntos como Navacerrada, donde se han alcanzado los 30 grados, se han batido récords históricos.
Según el meteorólogo Jorge Ron, la estabilidad atmosférica propiciará el mantenimiento de las calimas hasta el fin de semana, cuando descenderán las temperaturas. Ron señaló que esta situación es excepcional en estas fechas, pero recordó que este fenómeno es relativamente frecuente en la ciudad.
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